Uno de los errores más frecuentes en el habla cotidiana es la pronunciación defectuosa de las palabras formadas por la conjunción de verbo + pronombre. Con el pronombre proclítico (delante del verbo) no hay inconvenientes: nos vamos. Pero cuando el pronombre es enclítico (detrás del verbo), este pierde la s final y debe decirse vámonos. Es considerada vulgarismo la forma vámosnos. De igual forma se comportan otros verbos como: sentémonos, acordémonos, apurémonos, decidámonos.