Los entrenadores, jugadores y locutores de televisión esperaron sin aliento por la revelación, luego rompieron los desaires, las semillas y los enfrentamientos con la misma alegría que los niños que envuelven regalos bajo el árbol de Navidad. En total, la presentación del grupo de torneos de la NCAA se sintió más o menos como en el mundo de los negocios.
Ese no es realmente el caso esta temporada.
March Madness proporcionará un descanso de tres semanas de los preocupantes titulares que han consumido baloncesto universitario. Las cuatro cabezas de serie del torneo -Virginia, Villanova, Kansas, Xavier- se han visto envueltas en acusaciones de incumplimiento de las reglas que surgieron tras una investigación del FBI y la cobertura de noticias resultante que detalla posibles violaciones de la NCAA.
Ellos no están solos.
No menos de una docena de los 68 programas que inician el torneo esta semana han tenido sus nombres mencionados en estos informes. Hay una posibilidad innegable de que el equipo que corta las redes en San Antonio el 2 de abril podría verse obligado a perder su título dentro de unos años, luego de que la NCAA supere el daño.
Pero al considerar quién estaba dentro y fuera, el comité de selección solo observó quién era elegible, no quién estaba siendo investigado. Fue un grupo que se ve bastante típico: el campeón defensor Carolina del Norte y el segundo clasificado, Gonzaga, están dentro, y algunos de los menos favorecidos del pasado como Davidson y Butler están jugando ese papel nuevamente este año, incluso si los apuntalamientos del baloncesto universitario puede estar fuera de control.
“March Madness y la Final Four, se supone que es uno de los mejores momentos para ser fanático de los deportes”, dijo Michael L. Buckner, un abogado con sede en Florida que trabajó en casos de infracciones, la semana pasada. “Ahora va a tener esta nube sobre él, así que es por eso que digo que es un poco surrealista”.
Por ahora, sin embargo, los juegos continúan.
Aquellos que completan los grupos en las oficinas que acumulan más de $ 10 mil millones en acción, la mayor parte de la variedad de tarifa de entrada de $ 10 y $ 20, recibieron su paleta el domingo durante un show de revelación de corchetes en TBS.
Algunos aspectos destacados:
-La Región del Medio Oeste se destaca como la más dura, encabezada por Kansas, Duke y Michigan State, todos los cuales fueron clasificados entre los 4 primeros en la encuesta de pretemporada AP. Michigan State participará en el juego del viernes contra Bucknell por no haber jugado un juego en dos semanas debido al torneo de conferencia de Big Ten. “Es una preocupación. Pero con lo que este equipo ha pasado este año, ¿a quién le importa?” el entrenador Tom Izzo dijo. Fue un guiño al escándalo de abuso sexual que sacudió el programa deportivo de Michigan State, junto con un problema de elegibilidad de la NCAA que involucra a Miles Bridges.
-Los equipos que no incluyeron St. Mary’s (horario deficiente), Notre Dame (no hay suficientes premios de calidad), Oklahoma State ( Dick Vitale se fue de la lengua ) y Louisville (su calificación de 39 en el RPI es lo mejor para perderse) el torneo). Fue otro golpe más a un programa de Cardinals que ha perdido a su entrenador (Rick Pitino), director deportivo (Tom Jurich) e incluso su último título nacional (2013) debido a una serie de escándalos que se han desarrollado en los últimos años.
-Equipos que chirriaron en Oklahoma incluido, lo que significa que el jugador más eléctrico del país, Trae Young, estará en la cancha por al menos un juego, el jueves contra Rhode Island. Los Sooners (18-13) terminaron 2-8 en la recta final, pero el seleccionador de la NCAA, Bruce Rasmussen, dijo que los juegos en noviembre y diciembre pesaron tanto como los de febrero y marzo. El estado de Arizona también salió de la burbuja. Y Syracuse, desairado el año pasado, fue el último equipo en entrar, dijo Rasmussen.
– Algunas de las mejores actuaciones de la primera semana podrían ser en Boise, Idaho, que presenta un posible enfrentamiento de segunda ronda en el Sur entre el No. 5 Kentucky y el No. 4 Arizona, cada una de las cuales ganó sus torneos de conferencia. “Tuve que preguntarles a mis muchachos, ‘¿Cuántos de ustedes saben en qué estado se encuentra Boise?'”, Dijo el entrenador John Calipari, como parte de un entretenido riff durante una entrevista en ESPN sobre el largo viaje que enfrenta su equipo.
Es ese tipo de vaivén sobre corchetes, enfrentamientos y desaires, tanto reales como percibidos, que han convertido a March Madness en la fiesta en la que se ha convertido en las últimas décadas.
En cierto modo, nada cambió el domingo.
Solo que esta vez, cuando la fiesta termine, lo hará con un golpe sordo.
Se espera que una comisión de la NCAA liderada por la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice entregue recomendaciones poco después de la Final Four sobre qué reformas son necesarias para salvar el baloncesto universitario. En juego: una extravagancia de tres semanas por valor de casi $ 20 mil millones en dinero de TV solo. En otras palabras, el alma de la NCAA.
John Tauer, el entrenador ganador del campeonato en la División III de St. Thomas en Minnesota, dijo que hay demasiadas cosas en juego para que la NCAA se mantenga firme.
“Hay suficientes presiones competitivas y suficientes para esta historia, que me sorprendería si, en los próximos años, las cosas no cambian de forma marcada”, dijo Tauer.
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Los escritores de AP Sports Aaron Beard y Larry Lage contribuyeron a este informe.
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