Y no tiene que ser sinónimo de vieja; en tal caso, eso dependerá de cómo uno enfrenta esta etapa de la vida. Personalmente creo que lo importante no son los números, sino la calidad de vida de este tiempo.
Hace unos días tuve una experiencia encantadora: mi nieto de un año y medio pasó una semana en casa con mi esposo, mi hijo mayor, casi de 30, y la última, de doce. Realmente fueron unos días de locos, pues prácticamente volví a ser mamá cuando ya tenía en el baúl de los recuerdos muchas cosas, como todo lo que hay que cargar al salir a la calle con un niño pequeño o todas la argucias que hay que hacer para evitar una pataleta en el centro comercial (sin ceder a sus caprichos, claro está). Con todo, lo pasé muy feliz y disfruté cada minuto. Aunque ya el cuerpo no está adecuado (ni los brazos tampoco!) viví cada día como si el mundo se fuera a acabar.
Reina Sofía, de España, paseando con tres de sus nietos
De hecho, fue delicioso decir: "¡mi nieto!" cuando alguien me preguntaba quién era ese niño que llevaba de la mano o cargado feliz, y creo que me sentí super abuela, pero no de crochet y pantuflas, sino una llena de energía y alegría.Las revistas del jet set nos van dando esa nueva imagen de abuelas dinámicas y recargadas, Sofía de España, ahora mismo Carolina de Mónaco, una mujer sumamente guapa y disfrutando a plenitud de su primer nieto, Sacha. O Julie Andrews, que no sólo es una feliz y muy elegante abuela y bisabuela, soino que se ha dedicado últimamente a escribir libros para niños. Y pienso, por ejemplo, para no discriminar a los varones, en Tom Hanks que ama tanto ser abuelo que cuando nació su nieta publicó sus piesecitos en Twitter.
Disfrutar la vida, tener una actividad física saludable, perseguir objetivos profesionales, todo eso está recontrabien, pero.. ¿los nietos? Para una mujer de sin cuenta... ¡son lo mejor de todo!
¿A mí? Díganme "abuela", así, ¡a secas!