Una película que aunque está divida en dos partes claramente diferenciadas, ha sabido ligarse y venderse y que, aunque es un gran film, le "hemos dado tanto bombo", simple y llanamente, por ser un producto derivado del capital español y de un magnífico director. Pocos hubieran podido conseguir arriesgarse a filmar un acontecimiento tan desgarrador y complicado como este y, no sólo salir indemnes, labrarse la admiración de todo el mundo.
No es imposible que Naomi Watts se lleve el "Oscar" porque las actuaciones de sus contrincantes tampoco han sido memorables; pero, a pesar, del llanto y sufrimiento lo más desgarrador que ha hecho poso en mí de su actuación es la falta de pudor ante las heridas en su intento por salvar a su familia. Os dejo, como siempre, una breve sinopsis:
"Diciembre del año 2004. María (Naomi Watts), Henry (Ewan McGregor) y sus tres hijos pequeños vuelan desde Japón a Tailandia para pasar sus vacaciones de Navidad descansando en la playa. Una mañana, mientras se encuentran todos en la piscina del complejo a orillas del mar, un tremendo tsunami destroza el hotel al mismo tiempo que gran parte de la costa del sudeste asiático. Las vidas de millones de personas cambiaron para siempre. Esta es la historia de esta familia...". (filmaffinity.com)