Lo imposible (The Impossible, 2.012) de José Antonio Bayona.

Publicado el 30 noviembre 2012 por Loquecoppolaquiera @coppolablogcine


"Me gusta pensar que en nuestra película no hay uno, sino dos tsunamis. Uno es físico, brutal y miserable; es la imagen de la muerte representada por esa lengua de agua negra que se lo lleva todo por delante. El otro es emocional, extraordinario y colosal, y no necesita más que una gota de agua para materializarse, la lágrima que se derrama sobre el rostro de una soberbia Naomi Watts al final de la película. Esa lágrima es para mí la máxima expresión de la vida"  
(José Antonio Bayona)
Lo imposible constituye tanto una pequeña muestra del indudable talento del joven director José Antonio Bayona como una inmejorable garantía del futuro prometedor que depara a quién con su anterior largometraje, El Orfanato (2.007), cosechó los reconocimientos más laureados del mundillo del cine y prestigiosos galardones como el Goya a la mejor dirección novel en el año 2.008. Porque sucede que la cinta no sólo se desarrolla con un medido ritmo, calculado con cartabón y compás, sino que además a lo largo de sus fotogramas José Antonio Bayona se hace valedor de una capacidad sensacional para gestionar los sentimientos de los espectadores. El director conduce sabiamente la película, integra acertadamente sus complejos elementos: ambientación, música, guión, localizaciones, iluminación, etc..., todo, obedece a un efecto emocional. Y así, disimulada y sorpresivamente, se apodera de los espectadores y los concluye con los ojos encharcados y el ánimo compungido. Pocas veces he visto esta capacidad para comunicar emociones tan acusada en otros directores. Creo que ésta virtud compensa, con mucho, el gran defecto de la película que no es otro que la falta de complejidad de una trama que se limita a describir el modo en que se produce el reencuentro de una familia. El guión hace aguas por su simplicidad y el director promete mucho para proyectos de más envergadura. Todavía no se ha rodado la mejor película de José Antonio Bayona.
ANTONIO MARTÍN DE LAS MULAS