Lo Life – Boxed In feat. CocknBull Kid

Publicado el 22 mayo 2015 por Srhelvetica

Dulce sorpresa la que aparece casi al final del disco de Boxed In. Las expectativas generadas por los avances que en un lento goteo fueron dosificando Oli Bayston y los suyos se han visto plenamente satisfechas con un disco que –brrr, debería haberme llegado ya, los pedidos de Amazon no suelen tardar tanto…- se confirma como uno de esos grandes tapados de 2015.

Ninguna novedad, en el fondo, para los que con el tiempo os habéis ido convirtiendo en habituales de esta bitácora: “Boxed In” es un adictivo cóctel de electrónica, chasquidos secos, kraut y sonidos nuevaoleros. Aproximadamente la mitad de las pistas ya fueron comentadas aquí y aquí, y aún así el debut del londinense aún me va a dar para una tercera entrada: una despropoporción, se mire como se mire -sobre todo si tenemos en cuenta la de grupos, discos y canciones jamás mentados por aquí- que apenas consigue encontrar justificación en la devoción que un menda les profesa. Dí que sí, Sr. Helvetica: a dar la barrila al personal con tus filias, una vez más. Que se note, pero que se note BIEN, que esto te gusta.

Por comentar un poco por encima lo-que-quedaba-por-conocer-del-disco, antes de dar paso al título que protagoniza la entrada, destacaré cortes como ese “Subtle Knife” que confirma a Boxed In como unos de los más aventajados pupilos de James Murphy, o en clave algo más pausada, una “Sailing” que suena a algo así como Rush Midnight levantándose en una de esas mañanas de resaca en las que todo parece ocurrir a cámara lenta. “False Alarm” se abona a la vertiente post-punk (que tan buenos réditos dio en “All Your Love Is Gone“), y ahora así, llega “Lo Life”  con un giro al pop completamente imprevisto.

No creo que un disco tan acotado estilísticamente necesitara un viraje tan repentino, pero creo que la disgresión le ha salido a Bayston sorprendentemente bien: pese a ocupar coordenadas sonoras totalmente opuestas, el colorido pastel de esta pieza a dúo con Anita Blay (AKA CocknBull Kid) se integra con sorprendente suavidad en el contexto de un álbum que hace suya la escala de grises: delicioso lo-fi de regusto tropical -muy en la línea de Hot Chip- justo antes de que “Wild Waste”  (una de esas baladas en habitaciones vacías) cierre el disco dejando un muy, muy buen sabor de boca. Y ahora sí: prometo no volver a hablar de este muchacho en una buena temporada.

Publicado en: RevelacionesEtiquetado: 2015, Boxed In, Nettwerk, PopEnlace permanente1 comentario