Tocando la III sonata para
piano de A. Scriabin se rompió una cuerda del piano, y del susto casi
me desconcentro y pierdo mi memoria, aunque no arreglé bastante bien con
un gran ritardando improvisado y luego me volví a coger al tempo
original.
DANIEL VTE. PALLARÉS
Estaba interpretando el Concierto de Ravel en Sol Mayor. Por desgracia los chicos de utillaje olvidaron bloquear las ruedas del piano...Durante
el movimiento segundo el director disfrutó de la parte solista
tanto que tumbábamos gratamente la espalda y el piano comenzó a moverse mientras mis brazos se alargaban para seguir tocando, adelanté mi banqueta al piano desesperadamente. Me tomé un tiempo hasta que se dio cuenta de la desgracia que me iba a caer.
RATKO DELORKO
Esta
anécdota tiene que ver con mi pasión por el estudio: cuando iba al
instituto vivía a unos 10 minutos (corriendo) de mi casa, así que
en el recreo me iba corriendo a casa para tocar aunque fuera solo 10
minutos, (recuerdo un pasaje de la sonata de Mozart en Fa M que me
encantaba!) y
según qué días volvía al instituto al final del
recreo o sin más me saltaba la siguiente hora y continuaba tocando
el piano:)
MARÍA DEL MAR CABEZUELO
Al poco tiempo de estudiar Dirección de Orquesta en la
Esmuc con Jordi Mora, recuerdo haber dudado de si dirigir era lo mio,
desde un punto de vista "práctico". Con su paciencia y cariño
característicos, me dijo: "Tienes 19 años y toda la vida por delante.
Estudia, trabaja y concéntrate en sacar de ti todo lo que haya de
director de orquesta" - en resumen, "hagas lo que hagas, hazlo con
pasión". Me parece una máxima que aplicaré a toda mi vida.
PEDRO BERISO