Lo más divertido. Anécdotas de pianistas, III

Publicado el 07 noviembre 2017 por Agustin @TecleaTeCrea
Tocando la III sonata para piano de A. Scriabin se rompió una cuerda del piano, y del susto casi me desconcentro y pierdo mi memoria, aunque no arreglé bastante bien con un gran ritardando improvisado y luego me volví a coger al tempo original. DANIEL VTE. PALLARÉS Estaba interpretando el Concierto de Ravel en Sol Mayor. Por desgracia los chicos de utillaje olvidaron bloquear las ruedas del piano...Durante el movimiento segundo el director disfrutó de la parte solista tanto que tumbábamos gratamente la espalda y el piano comenzó a moverse mientras mis brazos se alargaban para seguir tocando, adelanté mi banqueta al piano desesperadamente. Me tomé un tiempo hasta que se dio cuenta de la desgracia que me iba a caer. RATKO DELORKO
Esta anécdota tiene que ver con mi pasión por el estudio: cuando iba al instituto vivía a unos 10 minutos (corriendo) de mi casa, así que en el recreo me iba corriendo a casa para tocar aunque fuera solo 10 minutos, (recuerdo un pasaje de la sonata de Mozart en Fa M que me encantaba!) y según qué días volvía al instituto al final del recreo o sin más me saltaba la siguiente hora y continuaba tocando el piano:)
MARÍA DEL MAR CABEZUELO
Al poco tiempo de estudiar Dirección de Orquesta en la Esmuc con Jordi Mora, recuerdo haber dudado de si dirigir era lo mio, desde un punto de vista "práctico". Con su paciencia y cariño característicos, me dijo: "Tienes 19 años y toda la vida por delante. Estudia, trabaja y concéntrate en sacar de ti todo lo que haya de director de orquesta" - en resumen, "hagas lo que hagas, hazlo con pasión". Me parece una máxima que aplicaré a toda mi vida. PEDRO BERISO