Y ya nos encontramos en puestos de honor, discos que he machacado a base de bien y que me han resultado muy satisfactorios en muchos momentos del año. Primero tenemos a un veterano canadiense con su banda de toda la vida, que sigue envejeciendo de manera maravillosa con otro discazo, una superbanda americana de gente importante que han editado discazo después de 11 años, una banda californiana que ha sufrido una baja sensible, pero que deja un señor disco como legado final, una banda inglesa de pop psicodélico que sigue haciendo tremendos discos y la banda de Ohio afincada en Brooklyn que han vuelto a emocionarme.
El 25 de octubre salió a la luz el nuevo álbum de Neil Young & Crazy Horse, titulado Colorado. Se trata del primer disco con su vieja banda desde 2012, en el que publicó Americana y Psychedelic Pill. La formación que ha grabado el disco ha estado compuesta por Nils Lofgren (de la E Street Band) a la guitarra (sustituyendo a Poncho Sampedro), Ralph Molina a la batería y Billy Talbot al bajo, estos dos últimos fieles del canadiense. John Hanlon y Tío Neil han compartido la producción.El disco me parece extraordinario, es de esos profundos que gana mucho con las escuchas, hay electricidad, rock en estado puro, tensión, temas largos, otros en su justa medida, pero creo que desde aquellos dos discos de 2012, el cuerpo nos pedía otro disco con los Caballo Loco y a este nivel. Esta última época con Promise of the Real magnífica, revitalizando a Tío Neil (los últimos cinco años) y sus discos en solitario le mantienen más vivo que nunca, pero con su vieja banda saca lo más eléctrico y salvaje y eso siempre sabe bien. Pero hablamos de un trabajo con temas de una factura bárbara, y con un Neil Young brutal en cada momento del trabajo.
Los diez temas han sido grabados en Las Montañas Rocosas, huyendo de los incendios que asolan California y que destruyeron su casa de Malibú, algo que ha hecho resurgir con más fuerza si cabe su rabia ecologista, ya antigua en él.
Os dejo con el tema Help me lose my mind.
El nuevo y esperado disco de The Raconteurs, que lleva por título Help us stranger, salió a la venta el 21 de junio y tuvimos un doble adelanto en formato single de doble cara A justo cuando acababa el 2018, un par de andanadas tremendas que dibujaba un panorama muy esperanzador. Jack White, después de su último disco más experimental en solitario (no entendido por todo el mundo), ha vuelto a una senda más clásica. Digamos que esta formación intenta, con sus cuatro componentes abarcar o hacer más grande el rock and roll, estirándolo hasta límites insospechados con gotas de blues, psicodelia, funk, etc., algo así como "la fusión del funk de Detroit y el soul de Nashville..."Jack White, Brendan Benson, Jack Lawrence y Patrick Keeler vuelven a la carga 11 años después de su último disco de estudio, aquel Consolers of the lonely, y desde luego que no han pasado inadvertidos, por lo menos para un servidor. Como músicos de apoyo han estado Dean Fertita que ha tocado toda clase de teclados, órganos y alguna guitarra, Joshua V. Smith al órgano y coros, Lillie Mae Rische el violin y Scarlett Rische la mandolina.
El disco es muy bueno, tiene una gran cantidad de buenas canciones y por derecho propio se merece estar entre lo mejor de este año.
Os dejo con el tema Help me stranger.
GospelbeacH han editado Let it burn, con Brent Rademaker como líder y la nota triste de ser uno de los últimos trabajos, sino el último, en el que participó el malogrado Neil Casal como guitarrista solista. Y con este grupo Brent muestra esa paleta de colores de la música de su tierra California, con influencias que van desde los años 60 hasta bien entrados los 80. Aquí la presencia del teclado es realmente brillante y las aportaciones de Casal son maravillosas, se trata de un trabajo que crece mucho con las escuchas y que va de menos a más en cada una de ellas.Os dejo con el tema que da título al álbum, ese glorioso Let it burn.
La banda británica Temples, reducida ahora a trío, editó nuevo trabajo discográfico el 27 de Septiembre bajo el título de Hot Motion. Es su tercer disco de estudio y da continuidad al magnífico Volcano de hace dos años. Su psicodelia llena de armonías y con toque más bien pop, sigue siendo de muy buen nivel, como lo demostró el tema que daba título al trabajo y que confirmó el segundo single. Pero aquí, a diferencia de los australianos Pond hay guitarras, batería, bajo y teclados. Lo curioso de esta banda a los que he podido ver en directo, es que es en estudio donde realmente me convencen del todo con trabajos de una calidad soberbia, no hay desperdicio en este último tampoco.
Os dejo con el tema Holy Horses en directo.