0 Votos obtenidos¡Vótame!¡Vótame!Hace pocos días esta joven editorial cumplía un año. Siempre es una buena noticia que una editorial siga en activo, más aún si es una de nuestras favoritas. Esta editorial cuenta ya con más de una veintena de libros publicados, de una gran calidad editorial, tanto en el fondo como en la forma, ya que sus libros no cabe duda que son escogidos con gran acierto y editados de una forma preciosista, con tapa dura, buenas ilustraciones e incluso lleno de colorido en el canto de sus páginas. Y para rematar la calidad y la dedicación plena a sus lectores, con la compra del libro físico, te regalan el e-book. Está claro que hay editoriales que saben cómo adaptarse a los nuevos tiempos. Vamos a ver cuatro de sus últimas novedades.
Comenzamos con Los tres violines de Ruven Preuk, de Svenja Leiber. Entre guerras devastadoras, tenemos un libro que cuenta la historia de Ruven Preuk, un joven músico que ve la vida a través de las notas que se desprenden de las cuerdas de sus violines. Una prosa que te engancha sin soltarte, sin dejar tregua alguna a tu conciencia. La mediocridad humana queda patente en las páginas de esta novela que narra con magnífica genialidad la primera mitad del siglo XX. Talentos que esclavizan, que hacen caer en desgracia si te desconectas de ellos. Y de fondo, la historia de una Alemania que pasó por dos guerras y que hoy en día todavía intentan dejar atrás, pero sin olvidarse del por qué de todas las consecuencias derivadas. Desolación, amor, desamor, guerra, música.
Dura y devastadora segunda novela de la joven Leiber que ha querido hablar de manera indirecta sobre una Alemania que en la actualidad parece estar entre las grandes potencias; no hay que olvidar el pasado, sobre todo si está tan reciente como éste.
La siguiente novedad viene de la mano de Kurt Vonnegut y su Que levante mi mano quien crea en la telequinesis. Siempre es una buena noticia cuando Vonnegut resucita en el mundo literario, más aún si se trata de un libro como éste. Divertido e irónico, este libro inclasificable reúne nueve discursos de graduación de distintas universidades y una recopilación de algunas perlas en forma de citas de Vonnegut. En cuanto se comienza con el primer discurso, se siente una especie de envidia hacia esos afortunados que tuvieron la suerte de vivir en directo el mismísimo discurso de Kurt Vonnegut en su graduación.
Quien lee a este autor, queda rendido a sus pies para siempre. Poco más de cien páginas en las que leemos reflexiones divinas, humanas, educativas o artísticas entre otras. Si eres de los que todavía no has podido leer a Vonnegut, puede que éste sea el libro indicado para ello.
Llegamos a la tercera novedad con Nat Tate 1928-1960, el enigma de un artista americano, de William Boyd, la biografía imaginaria de Nat Tate, artista creado por Boyd. Una de esas burlas en el mundo del arte que todo el mundo creyó a pies juntillas aunque la historia tenía puntos tan insostenibles como que las galerías de arte de las que se hablaba en el libro no existían o que nadie del mundo artístico salvo el círculo de Boyd había oído hablar de Nat Tate. Es una de esas historias que, por lo llamativo y atrayente, la gente se siente inclinada a creer. En su momento, David Bowie, Gore Vidal o el biógrafo de Picasso John Richardson estuvieron implicados en esta broma, que pretendía sacar los colores a los críticos de arte, casi obligándoles a decir que por supuesto que habían oído hablar de Nat Tate para no quedar en evidencia en el mundillo. En esta edición tenemos fotografías e imágenes de cuadros atribuidos a Tate que en realidad fueron hechos por el propio Boyd. Un pequeño libro que desprende inventiva y creatividad en cada página. Una historia del mundo artístico que podemos disfrutar de nuevo en nuestro idioma, con una edición que es todo un lujo.
Por último vamos a hablaros de Lo que no aprendí, de Margarita García Robayo. Una novela que cuenta cómo crece una niña cuando se cuestiona todo y parece no entender nada ni a nadie. Una historia familiar con un fondo político. Una reflexión de cómo se puede recordar una vida a través de difusos fragmentos de la misma. Catalina, la protagonista de esta historia, va creciendo en un mundo que no comprende, hasta que al final del libro volvemos a encontrarnos con Catalina, ya adulta, que se ha dado cuenta de los motivos de cada miembro de su familia para ser y actuar tal y como lo hacían. Pero a veces comprendemos las cosas cuando ya es muy tarde. Un amargo regusto nos invade entonces, puede que por vernos ya inmersos en una historia de la que parece que ya formamos parte, o puede que sea por nuestras propias vivencias, porque en algún momento hemos vivido algo semejante, no hemos comprendido hasta que era demasiado tarde. Y ese tipo de cosas duelen sobremanera cuando las vemos plasmadas en negro sobre blanco a través de la mirada de alguien tan lejano pero cercano a la vez.
Esta autora se cuela en nuestras horas de lectura para quedarse; y eso es algo de lo que no vamos a arrepentirnos jamás.