Salto de Página nos tienen ganados desde hace ya tiempo. Lo decimos sin miedo ya desde el principio para que quede bien claro. Y no solo por su variado catálogo o su calidad en el mismo, sino por lo que hacen sentir a los lectores cuando publican un nuevo libro. Puede que tenga que ver con esa sensación de anticipación de saberse ante un nuevo libro de ésos que sabes que vas a adorar. Es como aquello de “Te quiero, no por ti, sino por lo que haces de mí cuando estoy contigo”, pero en esta ocasión aplicado a la literatura. Hay libros, en este caso editoriales, a las que ya te sientes unido porque sabes que publiquen lo que publiquen, instantáneamente vas a quedar enganchado a su lectura. Y sabemos que con los dos libros que os recomendamos a continuación será así.
Novela de misterio, de asesinos, de memorias vacías. Podríamos resumirlo en esos tres puntos, pero en realidad nos quedamos bastante cortos. Todo el mundo parece sospechoso en esta trama, lo cual nos mantendrá en vilo durante su lectura, algo que nos encanta a los lectores apasionados de este género en particular. Tenemos de fondo el problema de Isaac, no poder recordar tu vida pasada es simplemente angustiante. Éste, como para intentar rellenar esos huecos vacíos de su memoria, rellena cualquier espacio en blanco que vea. Una prosa a la que todavía no estamos acostumbrados y es por ello por lo que al principio notamos desconcierto, pero que no tenemos duda de que tendremos más de Lapido próximamente.
El apocalipsis, un tema recurrente en la ciencia ficción y con el que comienza este libro. Y no por ello nos vamos a encontrar con una lectura anodina ni mucho menos. Juan Carlos Márquez sabe muy bien marcar los tempos en su prosa, medir la intensidad de la narración para mantener en todo momento al lector en tensión. Puede que sea porque el fin del mundo que nos relata es mucho más factible que otros que podemos encontrar en cine o en literatura. Es por ello por lo que nos metemos de lleno en el relato. Pero también es un libro con el que inevitablemente se reflexiona, se piensa, se delibera consigo mismo y con los personajes que crea el autor.
La sensación de estar siendo atormentado por una historia es complicado que se dé, más aún si somos asiduos a lecturas de este tipo. Juan Carlos Márquez crea una historia de atmósfera tan cargada y angustiante que hay momentos en los que tenemos que cerrar el libro y coger aire para volver a su lectura.
Después de su lectura, no miraremos de igual forma al Sol, pero tampoco al resto de seres vivos.