Lo nuevo es posible.

Publicado el 30 julio 2010 por ArÍstides


NADIE HARÁ POR TI ABRIR LA PUERTA QUE CONDUCE A LA ILUSTRACIÓN.

El Sol saldrá a las 18,03h. y se pondrá a las 18,10h.

Las historias no son lineales. Se hacen con acumulación de fuerzas que modifican ideas y proyectos para instaurar otros nuevos dando lugar a tiempos con sus propias historias. Este sistema económico necesita alternativas y, hasta que estas aparezcan, no queda otra que seguir empujando para que sea posible una nueva sociedad con unos valores distintos. Lo viejo se resiste a morir y para ello pone impedimentos de todo tipo para que nazca lo nuevo.

Mientras tanto habrá que seguir apoyándose en lo que se tiene para alumbrar un orden social con unos valores que permitan unas políticas diferentes. Habrá que dotar a los países del Sur de la tecnología necesaria para crear valor añadido a sus productos que eviten ser meros exportadores de materias primas a precios impuestos por terceros. Los estados, tanto importadores como exportadores, tendrán que realizar transacciones económicas con criterios de sostenibilidad medioambiental que no degrade la salud del planeta. Para ello será necesaria una legislación ambiental internacional rigurosa efectuada bajo principios ecológicos y de justicia social, que además de mitigar el calentamiento del planeta reduzca la diferencias entre las personas.

Tendremos que aprender a hacer un uso responsable de los bienes naturales y aplicar políticas que tiendan a su preservación. Así como forjar condiciones de paz duradera entre las naciones, erradicar el hambre y los desequilibrios sanitarios. Es posible otro mundo que tenga como propósito salvaguardar la vida de todo orden en el planeta bajo unos principios y valores distintos a los que rigen las políticas sociales y económicas actuales.

Estamos obligados a pensar diferente y a cambiar nuestras conductas. No puede ser bienvenido que unos crezcan desmesuradamente en detrimento de otros, olvidando que todos somos hijos de la misma tierra y que compartimos los mismos genes. Precisamos de una sociedad nueva que genere menos detritus, porque nos va en ello la vida de las generaciones venideras; pero no podrá ser bajo los mismos criterios y pensamientos de quienes alumbraron ésta. Ellos no están capacitados, pero son ellos mismos y sus fantasmas, así como la falta de ideas, quienes no facilitan un nuevo orden social.