Se para sobre la cruz que corona la iglesia, nos amenaza con su negra silueta. Sera por esto que Poe uso un cuervo para capturar la esencia de aquel desafortunado enamorado, sobre el busto de Palas, no sobre la cruz, pero igual, engulléndonos con su silueta. Y lo peor de la tristeza es que se sabe que está allí, anunciando el final descaradamente, pero sin intenciones de prevenirnos, es un buitre esperando carroña. Si fuera, ira no habría problema, o si fuera amor o vergüenza, pero es tristeza. Lo peor de la tristeza es que llega cuando no es debido, ataca por la espalda con un hacha, no a matar, sino a herir, y se ríe en nuestra cara de la agonía del presente y la angustia que provocan los problemas latentes. Y eso no es lo peor de la tristeza, es el hecho de tener que estar tristes antes de estarlo, porque le sabemos inevitable, y nos hace presos, y nos ejecuta con sus juegos crueles, y muchas veces es una mujer, entonces más duele.