Ando algo pesimista tras los resultados electorales. Aunque la subida generalizada siempre está bien, convendría sentarse a pensar sobre por qué Izquierda Unida se ha quedado en el 6,36% de voto.
En una situación en la que el PSOE se ha derrumbado, desplomandose casi un 10% en el voto, resulta extraño ver como la gente no ha sido capaz de darle confianza a la única fuerza de izquierdas que resiste en todo el Estado.
Lo que Córdoba nos indica es que hay cosas que no se han hecho bien. Aunque todos sabemos que el desplome de IU en Córdoba se debe más bien a injerencias externas (el hecho de tener a una ex-alcaldesa tuya haciendo campaña para el rival cuenta mucho), también es verdad que se podría haber solventado si IU hubiera cuidado y currado más, y con mejores prácticas.
Nos indica que nuestra subida se tiene que deber a un trabajo de conciencia. A concienciar a la gente (y hay muchos métodos que no se han adoptado y pueden adoptarse) para que sea consciente de que PSOE y PP son patas idénticas que sostienen un sistema perjudicial.
La subida es una subida espúrea. Una no-subida. Es como el oasis que se alza cuando se va caminando por el desierto y, en un parpadeo, desaparece.Es una subida por el descontento hacia Zapatero y su gobierno. Lo que significa que es una subida que desaparecerá cuando el PSOE adopte una imagen renovadora y la traslade a la ciudadanía.
Hay que convocar a la ciudadanía. Una ciudadanía que está en la calle trabajando en asambleas y protestando contra el sistema establecido.
Solos no se puede. Solos nos extinguimos.