En la producción de ideas es importante evitar los juicios sobre la viabilidad de las alternativas propuestas hasta el final, cuando contemos con un número suficiente que resuelva el problema.
La tormenta de ideas, también llamada brainstorming, se desarrolló originalmente como una técnica de grupo, y el estereotipo de una sesión de tormenta de ideas es un grupo de gente intentando negociar una solución a un problema conjuntamente.
A pesar de ser una técnica grupal, estudios posteriores demostraron que al trabajar en grupo la técnica funcionaba peor, teniendo además peores resultados cuanto mayor fuera el grupo. La explicación más usual de la desventaja del grupo es que los grupos son dominados por un pequeño número de individuos y los miembros no dominantes no expresan todas sus ideas por miedo a que resulten demasiado irracionales o inapropiadas.