Lo que debes evitar al inicio de una relación
1.Proyectarse al futuro
Pensar en lo que vendrá después, como la vida juntos, el casamiento y los hijos, no sólo puede llegar a espantar a tu nueva pareja, sino que además te impedirá disfrutar el momento presente. Al inicio de toda relación debes pensar primero en conservarla y fortalecerla, para luego pasar al momento de construcción juntos.
Además, es importante que tengas en cuenta que los hombres se enamoran mucho más lento que las mujeres. Si bien sienten una fuerte pasión al inicio, esta luego se va apagando. Por eso recuerda que es mejor no hacer planes apresurados sino ir paso a paso disfrutando de cada etapa. Sino puede suceder que por precipitarse a vivir juntos se arruine algo que, de haber ido más lento, podría haber funcionado.
2.Hacerlo público…¡todo el tiempo!
Está bien contarles a tus amigas y familiares que estás saliendo con alguien, pero tampoco debes colgar un cartel en la calle anunciándolo. Hay personas que prefieren compartir un tiempo y asegurarse de que la relación va a durar antes de contarle a todo el mundo. Entonces, evita expandir la novedad por tus redes sociales.
Muy relacionado con esto se encuentra el hecho de lanzar supuestas frases misteriosas (pero en realidad obvias) por las redes sociales. Por ejemplo: “hoy creo de nuevo en el amor” o “mi corazón ha vuelto a vivir”. Mejor ve con cuidado y asegúrate de que sea la persona para ti antes de hablar de amor y de nueva vida.
3.Volverte una carga emocional
Cuidado con exigir demasiado amor, cariño o atención. Recuerda que ya has conseguido conquistarlo/a y tu tarea ahora es que la relación se mantenga. Para eso entonces debes evitar asfixiar al otro con tus caprichos, exigencias y necesidades emocionales. Una persona segura, con confianza en si misma e independiente es mucho más atractiva y se considera mejor compañía.
Tampoco debes considerar a tu nueva pareja como la solución a todos tus problemas y a los dramas de la vida. Tal vez hayas solucionado tu vida emocional y seas muy feliz en ese aspecto, pero habrá otras cosas que tu pareja no podrá hacer por ti, más allá de acompañarte y de darte apoyo. Incluso puede ocurrir que la relación en realidad te traiga más inconvenientes que los que ya tenías.
4.Tornarte posesiva/o
Muchos piensan: “Ahora que lo agarré no lo/a suelto más”. Inmediatamente el otro lo que querrá será justamente eso: escapar de ti. A nadie le gusta sentirse preso, enjaulado o perseguido, así que evita llamarlo/a a cada momento; querer saber en detalle que hace, con quien está y donde; organizarle la agenda; o exigirle constantemente que esté a tu lado. Una pareja debe estar junta y compartir, pero también es sano que cada cónyugue tenga sus momentos personales.
5.Hacerlo fácil
A todos les gusta jugar a la conquista, entonces no mates la magia diciendo constantemente que si y facilitándole la tarea a tu pareja. Tampoco es cuestión de hacerse el de rogar porque a la larga esto fastidia, pero siempre algo de dificultad mantiene el interés y la chispa encendida. Además, demasiada obediencia puede ponerte en el futuro en un papel complicado en la relación, el cual luego es difícil cambiar.
Tampoco te conformes con una pareja que resultó no ser en realidad de tu agrado. Si descubres que no son compatibles o que tiene rasgos que te molestan, corta por lo sano y dile adiós. Deberá entender que para conquistarte tendrá que cambiar y mejorar ciertos aspectos. No le des el dulce fácil.
6.No tener vida propia
Si de pronto te conviertes en la sombra de tu pareja y comienzas a vivir su vida o, peor aún, a vivir a través de lo que él o ella hacen, perderás rápidamente todo atractivo para tu pareja. El amor propio, la autoestima, la independencia y la confianza son rasgos importantes que toda persona debe tener para llevar a buen puerto una relación.
7.Mandar mensajes confusos por celular
Hay mensajes que se pueden malinterpretar y por eso es mejor no enviarlos a tu pareja cuando están comenzando a salir. De esta forma evitarás malos entendidos, enojos o tristezas.
Algunos ejemplos son responder con un cortante “ok”, lo que puede interpretarse como desinterés, desgano o enfado. Otro es el clásico “tenemos que hablar”, que siempre suena a que habrá problemas y que se aproxima el fin de la relación.