La protagonista principal es Alicia, una profesora de instituto que acaba de llegar a Toledo con su hija de dos años para cubrir una sustitución, separándose así durante varias semanas de su marido. Durante ese tiempo se aloja en casa de su tía Laura, una mujer resignada, nostálgica, solitaria y de Pablo, su marido, un hombre machista, egoísta y tosco. Son de esos familiares con los que casi no tenemos relación pero a los que no dudamos en acudir cuando necesitamos que nos echen una mano. Lejos de llevar una vida rutinaria y tranquila entre el instituto, la guardería y la casa, como ella espera, nada más llegar se siente fascinada, hipnotizada e irremediablemente atraída por Toledo. Por sus leyendas, sus historias, sus calles y callejones, sus edificios y monumentos... por su magia. Porque Toledo es precisamente la otra gran protagonista de esta historia, que se convierte en una fantástica manera de descubrir la ciudad. Para los que os podáis acercar, tiene que ser una auténtica delicia recorrerla con el propio Eloy Moreno como guía. Mientras vivía en Madrid visité Toledo dos veces y ahora, después de haber leído esta fantástica novela, me encantaría poder recorrerla una vez más porque sé que iba a disfrutarla aún más si cabe. Junto con Alicia y Toledo la crisis es la tercera protagonista. Crisis económica, política y moral. El libro está lleno de pinceladas, de fotografías, de momentos de la vida de gente corriente, de a pie, ciudadanos que sufren cada día la injusticia, el paro, los desahucios, los recortes y, cómo no, la corrupción. Una corrupción contra la que Marcos, un policía municipal, intenta luchar a su manera. Una manera muy poco políticamente correcta. A lo largo de todo el libro este personaje me ha provocado sentimientos encontrados. Por momentos lo entendía, me caía bien, y en otros me sucedía todo lo contrario. Vamos, más o menos lo mismo que a Alicia. También conocemos a Marta, una alumna del instituto que es víctima de acoso. Y, cómo no, página a página descubrimos la relación que hay entre Alicia, Laura, Marcos, Marta y todos los demás personajes. Y sus secretos, esos que todos tenemos. Esos que todos escondemos debajo del sofá. Porque todos tenemos mucha mierda que esconder. Porque todos, a nuestra manera, en nuestro nivel, somos corruptos. Por si fueran pocos estos ingredientes, la novela tiene aún más. Como el amor y el romanticismo. Un amor a veces pasional, infiel, oculto, y otras veces tan solo soñado, imaginado, nostálgico, pero no por ello menos sentido. La magia y las leyendas de Toledo, la crisis, el acoso, el amor, los secretos... muchos y muy diferentes ingredientes que, conforme avanzaba en la lectura me desconcertaban, no sabía por dónde me estaban llevando ni cómo iban a encajar estas piezas tan dispares. Pero, finalmente, el autor logra completar el rompecabezas y no solo dejarnos con muy buen sabor de boca sino, también, arrancarnos una sonrisa.
No me queda más que recomendaros esta novela con la que tanto he disfrutado e invitaros a leer vosotros mismos una historia que me ha fascinado. Sin duda os sorprenderá y no os dejará indiferentes. ¿Estáis dispuestos a descubrir lo que encontré bajo el sofá? Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí.