Pero para hablar de lo que es arte y lo que no es arte hablemos primero de…. de arte. De las primeras formas que la gente entiende como tal, que son en general la pintura y la escultura (aunque hay degenerados que consideran arte hasta la danza y la arquitectura). Recuerdo pasar muchas horas discutiendo con mi profesora de historia del arte durante mis estudios de diseño gráfico ya que para ella todo valía en el arte, no había límites y todo era digno de llevar esa etiqueta. Para mí no era así y ahí saltaban las chispas.
¿Vosotros consideraríais arte una lata de mierda? Literalmente. Una lata de conservas con un zorullo, una hez, un cagarro, un ñordo, una plasta, un chorongo, una XBox One, un mojón dentro. Pues eso es arte cuando lo caga Piero Manzoni. ¿Y qué me diríais de escuchar a una señora de 77 años gritando en medio de una exposición como si estuviera siendo violada por un gorila en celo? Pues eso es arte cuando lo berrea Yoko Ono. Seguro que de haber visto en su día la mítica obra “La fuente” de Duchamp en un museo os hubierais meado en ella. Literalmente, el hijoputa colocó un urinario como si fuera una obra de arte, alegando que su obra se basaba en descontextualizar objetos fuera de su entorno natural.
Pues esta pequeña muestra de grandes gilipolleces de la historia del arte son consideradas obras maestras por unos cuantos entendidos que pagan millonadas por ellas, pero que ninguno de nosotros consideraría para nada. ¿Por qué? Porque no es algo bonito de ver. Y lo que no es bonito no es arte para la mayoría de nosotros. Incluso dentro del propio arte mucha gente elegiría antes a maestros como Velázquez y sus pinceladas absolutamente precisas y perfectas o a Rembrandt y su forma de llevar el claroscuro también a la perfección con unos estudios de la luz que parece mentira que los hiciera un hombre de escasos medios económicos hace más de 400 años antes que a Goya con sus obras con personajes no siempre agraciados y en muchas ocasiones incluso mal recreados y con trazos toscos y desproporcionados (aunque personalmente sea uno de mis favoritos).
Nadie se sorprende al mencionar juegos como Mirror’s Edge, Shadow of the Colossus, Okami o Rayman Legends como arte, porque todos comparten algo que es indiscutible: son bonitos. Son absolutamente preciosos, independientemente de si el producto en sí te gusta más o menos. Pero, ¿y si hablamos de Barbie Escuela de equitación, Superman 64, M&M’s Kart Racing o ET? ¿Alguno de los que consideráis los videojuegos arte enseñaríais estos a un desconocedor del mundillo para que los juzgara? Al fin y al cabo tienen todos los elementos que se tienen en cuenta para considerar los primeros como arte: diseño artístico, música, historia…. Pero tal vez lo que pasa es que no son bonitos.
A mí no se me ocurriría tener la osadía de hablar de lo equivocado que está alguien por pensar que algo que a mí gusta no es arte. Al fin y al cabo la percepción del arte es algo subjetivo y los mismos que nos ponemos colorados de vergüenza viendo cómo alguien es alabado por vender mierda enlatada somos los primeros en defender que cualquier videojuego lo es. Si dejáis de juzgar los videojuegos que os gustan de forma diferente a los que odiáis y consideráis mierda (que al fin y al cabo tienen los mismos elementos), os ahorraréis esas discusiones estériles que no llevan a nada.