No sé si todos los jueves podré hacerlo, porque la dejé en su momento por falta de tiempo, pero de entrada me apetece.
Así que reagrupo sección y empiezo hoy. Campi nos retó con el reclamo "Fiestas patronales", y aquí viene el mío.
"Nos han jodido", pensó Juan Fernández. Llevaba más de once años liderando el ayuntamiento y sabía lo importantes que eran, para la gente del pueblo, las celebraciones de aquellos días.
Sacar al patrón entre la explosión de colores de los farolillos, las vaharadas de humo de pinchitos y el olor a vino joven que impregnaba cada rincón de la pequeña localidad aquellos días.La gente se echaba a la calle, literalmente, desde bien temprano y la música de la charanga acompañaba brindis, tiros a la diana y vueltas en el tren de la bruja hasta entrada la madrugada.Organizarlo no era fácil, Juan se dejaba la piel para cuadrarlo todo y este año, había seleccionado cuidadosamente a la pregonera: el pregón, no en vano, era el momento que todas las personas esperaban, el pistoletazo de salida de las fiestas.Y allí tenía a Marifé Martinez, la honorable farmacéutica del pueblo, cinco minutos antes de salir a dar el pregón, con una cogorza de las que no había visto él en su vida, durmiendo la mona sobre la mesa del consistorio.Suspiró profundamente, y abrió las ventanas del despacho, a ver si el aire espabilaba un poco a la susodicha y de paso se llevaba el tufillo a moscatel rancio que la señora despedía.
En la calle, unos chiquillos, pasaron corriendo y gritando: "ya huele a feria".
Pd.: "Ya huele a feria" es una frase que dicen mucho por aquí mi alumnado cuando se acercan las fiestas, que son a primeros de Octubre.
Esta foto me la hicieron en la feria de 2021, justo cuando empecé a dejar de usar tintes. Pronto hago los dos años, y pronto también, tendré una melena así de larga de mi color natural.
Te dejo aquí la entrada de Campirela para que puedas leer otras aportaciones.