Han pasado tres años desde que Mia, tras el trágico accidente, dejó su ciudad natal en la Costa Oeste para iniciar su nueva vida en Juilliard, el prestigioso conservatorio de Nueva York. Y también tres años desde que abandonó a Adam sin darle explicaciones. La idea de perder a Mía supuso para Adam un auténtico tormento, que cristalizó en un puñado de desgarradas canciones que los catapultaron a él y su banda, los Shooting Star, a la fama. Ahora, convertido en una estrella de rock, con una novia famosa y acosado continuamente por fans y periodistas, Adam vive sumido en un estado de permanente hastío y confusión. Hasta que una noche, en Nueva York, su camino vuelve a cruzarse con el de Mía, convertida ya en la excepcional chelista que prometía ser. El inesperado encuentro se prolongará hasta el amanecer y les brindará la ocasión de abordar lo que ocurrió realmente en el pasado y lo que el futuro podría depararles.
Narrada desde el punto de vista de Adam, Lo que fue de ellaretoma los personajes de Si decido quedarme, el bestsellerinternacional de Gayle Forman que describe con asombroso realismo el turbulento horizonte emocional de una adolescente que logra recuperarse de una situación límite. La nueva novela, cuyo éxito ha superado al de la anterior, confirma el talento de esta autora para escribir sobre los temas más delicados con exquisita sensibilidad y sencillez.
Ya os contaba mi experiencia releyendo Si decido quedarme hace unos meses. Me enteré de que había una segunda parte un par de días después de acabar la primera novela, y desde entonces estuve buscándola por todas las bibliotecas de las que tengo carné... ¡y ninguna la tenía! Por fin, después de meses desesperada (sí, también la busqué por internet y no hubo forma de bajársela en castellano), la biblioteca de Azuqueca me la trajo nada menos que de Cuenca. Desde aquí, mil gracias por las molestias, porque tenía tantísimas ganas... en fin, aquí os dejo la reseña de esta novela a la que tantas ganas tenía. Espero que os transmita una mínima parte de lo que he sentido yo al leerla.
En esta ocasión, es Adam quien nos narra, en primera persona, lo que ha sido su vida desde que Mia despertó. Desde luego lo que queda claro como el agua es que no ha sido un camino de rosas, aunque todos sus fans y de cara al público así lo haga ver. Sin embargo, como vivimos a través de él, sabemos que está asqueado de su vida, y que no quiere seguir por ese camino.
Los personajes principales de esta novela vuelven a ser Adam y Mia. En un principio, Mia es un recuerdo de Adam, hasta que hacia la mitad de la novela aparece ella físicamente. En torno a ellos están los miembros de la banda de Adam, pero no hay ningún otro personaje destacable.
Lo que fue de ella se desarrolla en Nueva York, aunque en muchas ocasiones Adam recuerda el pueblecito donde vivían él y Mia.
Me sorprende que después de una primera novela, en esta segunda parte la autora sea capaz de volver a transmitirnos el sentimiento de dolor de Adam por la pérdida de Mia como si lo estuviéramos viviendo nosotros.
Aunque sea novela juvenil, me pasa lo mismo que con John Green: la profunda reflexión que se saca de esta novela me basta para que, aunque no sea una obra maestra, me haga decir que es un buen libro, a la par que recomendable. No se vive de leer a Galdós, y este tipo de novelas que sacan a flote el lado sensible de las personas son necesarias. Además, los libros que te mantienen pegado a sus páginas desde la hoja 1 hasta que acaba son los libros que recuerdas, rememoras, y quieres releer.
En esta novela me ha gustado, sobre todo, que la autora es capaz de trasladarte a la novela no como personaje, sino como si fuéramos Adam y estuviéramos en su piel. Eso debe ser complicado, y Gayle Forman lo ha conseguido dos veces, al menos conmigo.