Lo que la naturaleza le enseña a tu hijo por eres mama

Por Estaryser @ESTARySERweb

Os quiero compartir un artículo que me a gustado mucho, ahora que llega el buen tiempo y apetece más salir a pasear aprovechemos, visitemos lugares rurales, conectemos con la naturaleza en familia, excursiones llenas de risas y momentos que no olvidarán.

La inteligencia de la naturaleza es fascinante. Ella guarda dentro de sí la información necesaria para sobrevivir y superar cualquier obstáculo que se le presente. Todos hemos visto la belleza, la fuerza y la voracidad de la naturaleza, que tiene entre sus virtudes el don del orden, de la paciencia y la perseverancia.

La paciencia es una virtud que pocas personas poseen. Su ausencia se nota sobre todo en la sociedad actual, la cual se desarrolla con una velocidad cada vez más acelerada. Ciertamente, nos encontramos interconectados a través del Internet, cuya funcionalidad y velocidad, nos hace creer que la solución a todas nuestras necesidades están al alcance de nuestras manos y a la velocidad de un click.

Y aunque resolvemos muchos embrollos de nuestro día a día clickeando en nuestros teléfonos, tablets y computadoras, a veces el uso de estos dispositivos en lugar de conectarnos más, nos desconectan.

También son cada vez más los niños que usan uno de estos artefactos. De hecho, sus manitas compaginan de una manera espectacular con estos dispositivos porque su velocidad solo es comparable con la mente de un niño, pero ¿qué hay de la madre naturaleza? ¿Cómo trabaja? ¿Cuál es su ritmo? La naturaleza le enseña a tu hijo cientos de virtudes que resultan mucho más aleccionadoras que las que puede aprender de un artefacto electrónico moderno.

Observar la paciencia con la que la naturaleza trabaja es mágico. Al verla, descubres que su avance es milimétrico pero constante. ¡La naturaleza nunca se detiene! Al contrario se abre caminos y supera siempre los obstáculos que encuentra a su paso... ya habrás visto cómo una planta se trepa sobre una pared o incluso crece en el asfalto; hace todo por sobrevivir, por crecer, por florecer... entonces, imagina todo lo que tu hijo puede lograr si aprende y practica el ejemplo que le da la naturaleza.

La naturaleza es un dechado de virtudes

La constancia es una virtud que la naturaleza muestra claramente. Ella sabe que es el método más efectivo para conseguir sus objetivos, después de todo, si necesitara crecer a grandes velocidades, lo haría sin limitarse, no obstante, la naturaleza en su infinita sabiduría conoce que la constancia y la paciencia son claves para su crecimiento y desarrollo.

Establecer un vínculo entre tu hijo y la naturaleza será de mucho provecho para él, pues, seguramente, como todos los niños, es muy detallista y notará con facilidad, entre otras de sus cualidades, la constancia de la naturaleza; solo necesita que se lo hagas ver, que lo introduzcas en el fascinante mundo de la naturaleza, después, él se perderá en ese infinito campo de enseñanza que proporciona la madre tierra.

La pureza de la naturaleza es otro de sus aspectos virtuosos. Contemplar su pureza ayuda a comprender parte de los misterios que ella guarda. En las bases de cada árbol o planta, cualquiera que sea, incluso las llamadas "malas hierbas", hay un complejo entramado de raicillas que filtran lo que necesitan para crecer, sobrevivir y dar frutos.

En su proceso de filtrado, la planta no solo toma lo que necesita para nutrirse, también descarta lo que le hace daño y los excesos de nutrientes; comprender ese proceso es otra importante lección que la naturaleza le brinda a tu hijo.

Durante el ejercicio de observación de la naturaleza, también conviene ver su cuerpo; esta otra maquinaria, se encarga, con su también complejo sistema de selección, de tomar lo mejor de todos los alimentos; así que bien puedes comparar el funcionamiento de una planta con el cuerpo humano, pues son muy parecidos. El sistema de alimentación de los seres humanos toma lo que necesita para crecer, mantenerse sano, hacer deportes, estudiar...

El respeto de la naturaleza

La fauna silvestre también tiene mucho que enseñarle a tu hijo. Elige un día y llévalo a un parque donde pueda observar la paciencia con la que las aves construyen sus nidos.

De ellas aprenderá la cuidadosa manera de seleccionar cada fibra de paja seca para crear lo que será el nido de ella y su pareja, donde, posteriormente, también anidarán sus polluelos. Esta experiencia le permitirá ver que un equipo, así esté conformado por dos integrantes puede lograr mucho, cuando trabajan para alcanzar el mismo objetivo.

El respeto hacia todas las especies es otra lección que los niños pueden tomar fácilmente, ya que generalmente aman a los animales.

Hay una especie de conexión entre ambos, posiblemente porque entre pequeños se entienden mejor: Pregúntale a un niño cuál es la profesión que quiere ejercer cuando sea grande y seguramente responderá que desea ser veterinario. Solo un niño tiene la suficiente curiosidad para agacharse a observar y detallar a las hormigas y toda la red social y organizada que ellas representan en el reino animal.

No hay un mejor ejemplo de vida que el de las hormigas. A partir de su observación, puedes aprovechar para hablar con tu hijo de temas tan importantes para su desarrollo como la constancia y el trabajo. Estos pequeños insectos trabajan como pocos: siempre en colectivo y buscando el bien común, dos premisas que si mantiene en su vida le van a servir y ayudar mucho.

La fluidez con la cual se desarrolla la naturaleza es asombrosa. Tiene la capacidad de renovarse, pocas veces se estanca y lo que se estanca se contamina y pierde su vida; esta es también una gran enseñanza. Además, la armonía reinante en los procesos de la naturaleza deben ser admirados, pues sus integrantes muestran cómo sin articular palabras se comunican, también dejan ver que por medio de un conocimiento antiguo cada uno sabe su función en su ecosistema, la cual opera en beneficio propio y de otros, constituyéndose como un entramado ejemplar de cooperación.

Los científicos están tomando cada vez más a la naturaleza como referencia para el desarrollo de nuevas tecnologías. ¿Por qué no hacerlo con nuestros hijos? Al final la naturaleza ofrece los ejemplos, cada vez que nuestros niños quieran tomar un modelo lo pueden hacer de esta maquinaria perfecta llamada naturaleza.

Artículo original mamaeduca