Era lógico que luego de la tragedia ocurrida ayer en el Estadio del Puerto Mediterráneo de Port Said, trajera consecuencias con el correr de las horas. La más drástica la tomaron tres jugadores del Ah Ahly, quienes decidieron retirarse del fútbol hoy por la tarde. Mohamed Aboutrika y Mohamed Barakat, veteranos de la selección egipcia, anunciaron en canal de su club que no volverán a jugar al fútbol, mientras que Emad Moteab, aseguró que “no habrá fútbol hasta que no haya castigos por la gente que murió”.
Aboutrika y Barakat fueron titulares en el partido contra Al-Masry, mientras que Moteab fue suplente. El primero es uno de los mejores jugadores africanos de la historia (fue goleador del Mundial de Clubes FIFA 2006) siendo uno de los artífices del tricampeonato faraónico en la Copa Africana de Naciones. Se esperaba que su retiro sea a mediados del 2013 pero la barbarie que vivió ayer fue determinante: “Esto no es fútbol, es una guerra y personas están muriendo. Es una situación horrible, algo que no puede quedar en el olvido. ¿No vale nada la vida?”.
Los tres jugadores vivieron en carne propia lo que es correr por su vida cuando los hinchas del Al-Masry invadieron el terreno de juego y agredieron a los seguidores y jugadores de Al-Ahly. Otra de las consecuencias fue que el entrenador portugués del Al-Ahly, Manuel José, pidió rescindir su contrato con el club más exitoso de Egipto; además, el presidente de Al-Masry, Kamel Abu Ali, y su técnico Hossam Hassan renunciaron a sus cargos.
La asociación egipcia de fútbol suspendió indefinidamente todos los partidos de la liga, antes que el primer ministro egipcio Kamal el-Ganzouri disolviera el jueves la junta de directores del organismo. Lógico que pase ésto luego de una de las mayores tragedias futbolísticas de todos los tiempos. Futbolísticas es un decir porque eso que pasó nada tiene que ver con fútbol.