Decía ayer Iglesias que "entre periodistas y Podemos se ha generado una cierta relación psicoanalítica para explicar varias cosas" y añadía "les veo con cara de miedo por primera vez a los periodistas". Luego, cogiendo el ejemplo del periodista Álvaro Carvajal decía que los encargados de cubrir habitualmente a Podemos asumen que para "prosperar" en su carrera tienen que escribir noticias sobre el partido morado que "no tienen por qué ser verdad". Y apostillaba que "buena parte de los periodistas" que les "siguen" están "obligados profesionalmente a hablar mal" de Podemos "porque así son las reglas del juego", aunque ha añadido que hay "algo bonito": que el hecho de que su partido sea "sexy" hace que a los periodistas les guste y les atraiga "su objeto de trabajo". Estas referencias hacia los periodistas provocaron que gran parte de los profesionales que se encontraban presentes abandonaran el acto y que criticaran públicamente las palabras del líder de Podemos. Yo no voy a entrar en las valoraciones de Pablo Iglesias sobre Álvaro Carvajal, pues a este no lo conozco, aunque sí parece que le han molestado bastante. Lo que critico es la actitud de Pablo Iglesias hacia la prensa en general, pues estas declaraciones dan que pensar y unidas a otras que ha realizado el líder extremista, me llevan a la conclusión de que a Iglesias lo que realmente le gustaría es poder controlar los medios para que estos dijeran lo que a él y a su partido le interesa.
Decía ayer Iglesias que "entre periodistas y Podemos se ha generado una cierta relación psicoanalítica para explicar varias cosas" y añadía "les veo con cara de miedo por primera vez a los periodistas". Luego, cogiendo el ejemplo del periodista Álvaro Carvajal decía que los encargados de cubrir habitualmente a Podemos asumen que para "prosperar" en su carrera tienen que escribir noticias sobre el partido morado que "no tienen por qué ser verdad". Y apostillaba que "buena parte de los periodistas" que les "siguen" están "obligados profesionalmente a hablar mal" de Podemos "porque así son las reglas del juego", aunque ha añadido que hay "algo bonito": que el hecho de que su partido sea "sexy" hace que a los periodistas les guste y les atraiga "su objeto de trabajo". Estas referencias hacia los periodistas provocaron que gran parte de los profesionales que se encontraban presentes abandonaran el acto y que criticaran públicamente las palabras del líder de Podemos. Yo no voy a entrar en las valoraciones de Pablo Iglesias sobre Álvaro Carvajal, pues a este no lo conozco, aunque sí parece que le han molestado bastante. Lo que critico es la actitud de Pablo Iglesias hacia la prensa en general, pues estas declaraciones dan que pensar y unidas a otras que ha realizado el líder extremista, me llevan a la conclusión de que a Iglesias lo que realmente le gustaría es poder controlar los medios para que estos dijeran lo que a él y a su partido le interesa.