La Ansiedad: se puede producir a consecuencia del miedo a sumar peso y a no poseer el cuerpo deseado, baja autoestima, presión familiar y los tratamientos, manifestándose de forma general en estar tenso, padecer temor, estar inseguro e inquieto. En ocasiones, la ansiedad es manifestada en fobias a ingerir alimentos, rechazo a sus muslos, caderas, o pesarse y reflejarse en el espejo.
La Depresión: es manifiestada con tristeza, aislamiento, llanto, baja autoestima, insomnio, sentimientos de culpa y desesperanza.
Los Síntomas Obsesivos: pensamientos continuos e intrusivos con relación al cuerpo, al peso o a la comida. Se soportan con ansiedad y muchas veces el paciente les da un valor como de absurdos y extraños, pero no consigue huir de ellos.
La Impulsividad: una conducta antisocial, el alcoholismo y las drogodependencias, los hurtos y un mayor riesgo de destruirse.
En todos estos síntomas, precisas sin lugar a duda, la ayuda de unos psicologos especialistas.
¿Cómo debe tratarse?
El tratamiento debe ser conjuntamente con un psiquiatra, un médico especialista en nutrición, un psicólogo y nutricionista. Puedes tomar un primer contacto con http://www.red-psi.org/psicologos/madrid.php para poder confeccionar un planteamiento de los pasos a seguir.
Los objetivos del tratamiento son:
*Lograr recuperar el peso, rehabilitación nutricional y la normalización de hábitos de alimentación saludables.
*Restaurar las secuelas biológicas y psicológicas de una alimentación fatal.
*Rebajar una sintomatología de ansiedad, depresiva, de obsesión, ideación autolítica.
*Conseguir la reestructuración psicológica, enfocada a mantener el peso y hábitos alimentarios saludables conseguidos (psicoeducación, incrementar la motivación al cambio, reestructuración cognitiva sobre los alimentos, peso e imagen corporal, disminuir perfeccionismo, mejorar la autoestima, habilidades sociales, dinámicas familiares, preveer de recaídas).