Lo que no cuenta la palangana mecánica (ix)

Publicado el 24 junio 2012 por Carlos Romero @CarlosRomeroSFC

8.- CONCLUSIONES

Nos va a dar la impresión, visto lo visto, ante el trabajo que les hemos presentado en capítulos estos días atrás, que el Sr. del Castillo se hará el sordo, en este caso el ciego, incluso el mudo, ante determinados pasajes que le hemos mostrado y hará como que no los ha leído. Esto no es más que una variable más de la táctica del avestruz conocida por muchos. Ya comienza a dar señales de ello por lo que hemos podido leer.

A Del Castillo le sobrepasará su beticismo y este prevalecerá sobre las pruebas contundentes, sobre la veracidad de lo expuesto y esto no es más y nada menos que la utilización del poder en beneficio propio y contra el rival, cuestión esta última que no se da en el Sevilla FC por mucho que busque. No hubo jamás una insidia mayor como el tratar de usar el poder para desposeer a su rival de un título ganado en buena lid, actuar como el perro del hortelano, con una inquina cainita jamás vista en ningún otro club del mundo.

No admitirá absolutamente nada, porque al contrario que nosotros, almas libres, Del Castillo deberá rendir cuentas de sus palabras ante los suyos si les habla de la verdad de la historia de su club, de ahí su nerviosismo. Admitir la verdad supondrá tener que enfrentarse con los suyos que no entenderán que aquello que “todo el mundo sabe” se caiga como un castillo de naipes. Por eso nosotros somos capaces de admitir la verdad y usted no.

El miedo podrá con él y solo le bastará el suave arrullo de los tres palmeros que le rodean y la única posibilidad para escapar ante la contundencia de los datos, será intentar equiparar a la gran masa de militares golpistas previos a 1936 de su club, a las pocas adhesiones obligadas tras la Guerra Civil en parte sevillista. Minusvalorar en gran medida a todos los personajes sevillistas que creían en una República y engrandecer a los pocos que ha encontrado de bando nacional será su táctica.

Hace algunos años el sevillismo preocupado por estas cosas, tenía que defender a sus ancestros prácticamente de una forma global. Ante todo, los sevillistas éramos por naturaleza unos fascistas, o que proveníamos por fuerza de aquellos señoritos, que utilizando un cruel clasismo, ejercíamos como verdugos de un club puro y limpio compuesto por gentes simples y del pueblo llano. Nuestros poderosos dirigentes profesaron el odio más intenso hacia ellos y la épica debió imperar para sobrevivir ante el ogro sevillista. Esta era una verdad indiscutible, pues todo el mundo lo sabía, incluso el sevillista humilde que no hizo más que trabajar toda su puñetera vida, como su padre, o como su abuelo. Todo esto, y usted lo sabe bien, se ha ido escribiendo por relevantes autores y personajes béticos hasta impregnar, de forma casi irreversible, las mentes de sus partidarios que se han agarrado a estos inventos victimistas para justificar lo injustificable.

Pero se han visto superados por la propia realidad expuesta ante sus ojos, que si bien la mayoría lo creyó por su desconocimiento, la verdadera gravedad proviene de aquel que sabiéndolo calló ante los suyos, se guardó los documentos, tergiversó y distorsionó, haciendo lo que siempre hicieron y esto es mentir, como si eso les valiese ante la contundencia feroz y cruel de la verdad.

Hoy pueden discutir tal o cual matiz, pero para nada es ya lo mismo. Montes Sierra, por ejemplo, podría ser mejor o peor político, pero lo que es indiscutible es que fue el presidente de un partido republicano. Zapatero es mejor o peor político, pero nadie discutirá que ha sido Secretario general del PSOE. Tinta de calamar de por medio, (mientras más y más negra mejor), y que pase esto cuanto antes, pero no podrá discutir que Montes Sierra fue el presidente del Partido republicano en Sevilla y que los pioneros sevillistas estuvieron junto a él consolidando al club de fútbol grande de esta ciudad a la sombra del Círculo Mercantil, que era lo que era en aquellos años.

Así mismo el Sr. del Castillo y alguno de los suyos, echan sus propias cortinas de humo intentando hacer creer a aquellos que le leen que hablamos de un sevillismo progresista o de un beticismo conservador. Nada más lejos de la realidad, hablamos de República y no de izquierdas o de derechas, puesto que las repúblicas albergan las ideologías necesarias dentro de ellas. Países como Francia o Italia son repúblicas y no países con ideología predeterminada. Por supuesto que dentro del sevillismo hubo un gran republicanismo entre  sus filas, algunos fueron conservadores y otros progresistas. Probablemente el progresismo imperó más debido a las raíces Regeneracionistas y aún así tampoco es equiparable a nuestra concepción actual.

Comprendemos la dificultad del Sr. del Castillo para tener que decirle la verdad al beticismo. De sus orígenes militares, de sus intenciones golpistas previas a la guerra del 36, de la actitud de los mismos durante la guerra, de la represión posterior y, definitivamente, el uso y aprovechamiento de su estatus para obtener medios materiales, ayudas y concesiones multimillonarias para su club. Estadios, dinero contante y sonante, ayudas generalizadas, uso del poder en todas sus formas… ningún club fue nunca tan beneficiado para conseguir tan poca gloria a lo largo de los años.

Y efectivamente LA PALANGANA MECÁNICA no quiso hurgar demasiado en la herida, tan solo respondió ocasionalmente a aquellos que nos acusaban de todas estas cosas sin profundizar demasiado, algo a lo que nos ha obligado el caballero.

Señor del Castillo, ¿qué se ha creído? ¿por quién nos ha tomado? Nosotros somos gente seria. Nosotros reconocemos con todas las de la ley aquello que ocurrió en nuestra historia y es demostrable aunque no nos beneficie, justo al revés que usted como comprobaremos. Entérese bien y no olvide esta frase que le acabo de decir.

Usted ha demostrado que hubo cinco o seis sevillistas, (mire, le admitiré incluso a Sancho Dávila, del que aunque ponga quince imágenes de él, no deja de ser la misma persona), adscritos al fascismo. Pues admitido queda. Y ahora la cuestión es ¿admitirá usted los cercanos a la cuarentena que les corresponden a ustedes, la forma en que ejercieron el poder para ayudarles, los beneficios que les aportaron y el daño que intentaron hacerle al rival? ¿Hablará de la adscripción bética, demostrada, del general Cuesta Monereo, del general Luengo Muñoz, del general Sáenz de Buruaga, …? ¿Que no es lo mismo que un general pase por las instalaciones de un club a hacerse una foto, a que ese mismo general les cubra a ustedes el  presupuesto anual?

Usted sigue sin darse cuenta, que al fin y al cabo, el club sevillista, (enterito), fue para ustedes el equipo de los fascistas, ¿qué daño nos hará reconocer que en realidad solo hubo cinco o seis personajes? al contrario, usted nos ha hecho un favor impresionante con su estudio, yo no solo lo reconozco, es que se lo firmo ahora mismo por triplicado donde quiera.

Pero usted lo hace al revés. Usted no reconocerá nada, entérese bien de esta frase subrayada, a tenor por como ha reaccionado sin haber terminado de exponerle el trabajo completo y todo por su nerviosismo ante lo que estaba leyendo.

Mucho me temo que tendrá que darle muchas explicaciones al beticismo si sigue en las mismas. Por eso no ha tenido las agallas suficientes para publicar su trabajo en un portal mayor y enlazar allí mismo, a posteriori, la respuesta que desde aquí le hemos dado. Usted estaba muy interesado que el sevillismo de la Palangana Mecánica entrase a ver su escrito, pero no no ha tenido el mismo interés de que lo viese el beticismo. Usted sabrá por qué. Yo le he enlazado varias veces ¿lo haría usted hacia este trabajo en un portal mayor? ¿tendrá usted las mismas agallas que yo?

Pero  en algo les daré la razón, si me permite el eufemismo, y no me lo saque de contexto, el Sevilla FC fue un club fascista, un club dictatorial, un club implacable, una y otra vez, sin fin, pero en el terreno de juego y ante ustedes, a los que históricamente machacamos literalmente siempre, ahí está la clasificación histórica. Esto es así o demuestre lo contrario.

Y para terminar, déjeme que le diga una cosa, Sr. Del Castillo. Con el máximo respeto a la libertad de expresión, usted y los suyos están deslegitimados para hablar de fascismo (y otras muchas cosas) en el Sevilla F.C. A ustedes les viene como anillo al dedo el dicho bíblico “ver la paja en ojo ajeno, y no la viga en el propio”. Mientras no nos presente un caso acreditado en el que el Sevilla F.C. como institución pretendiera antideportivamente privar a su equipo de una Liga, no nos venda más burras. Mientras no nos presente usted un caso de prevaricación gigantesco como el expediente municipal confeccionado a medida de su Club por concejales falangistas que eran socios de su Club para apropiarse por cuatro duros de un estadio patrimonio del pueblo sevillano (y entre ellos, los ciudadanos sevillistas), cállese, de verdad, no haga más el ridículo.

Y no nos diga que nos repetimos, ni nos pida tibieza. Tamaños agravios son impropios de una entidad digna, y si ustedes quieren recuperar la dignidad tirada a charcos de barro por sus dirigentes y sus simpatizantes a lo largo de los tiempos, empiecen por reconocer sus insidias, difundirlas, corregir a los engañados y pedir perdón. Entonces, sólo entonces, demostrarán ustedes sus intenciones de bien y su categoría personal y como afición. No es tarde y aquí tiene nuestra mano, tendida y abierta para caminar juntos. Pero un siglo de injurias no se cura con un simple “vale, de acuerdo”, sino rectificando de verdad, decididamente, en la misma medida proporcional del tiempo, la reiteración y la gravedad de las mentiras propaladas miserablemente para verter mierda sobre un rival cuyo único pecado ha sido ser mejor en el terreno de juego.

Partido contra el Getafe en Getafe, temporada 2010-2011

Gracias a todos mis compañeros, verdaderos artífices de esta exposición de datos brutal y difícilmente contestable en su globalidad, auténticos analistas e incansables investigadores. Sé que se han divertido de lo lindo haciendo este trabajo y no por ello ha sido menos serio, o haya estado carente de profundidad y calado.

Mi más profunda e infinita admiración por ellos y en este caso especialmente a uno, pero no me permitirá nombrarle, él ya lo sabe.  El mejor equipo de estudio de la historia del fútbol de España en lo que a clubes se refiere.

Estamos preparados para las réplicas y desde ya le advierto que pueden ser igual, incluso más duras que el trabajo principal. Como ha podido comprobar no le he mentido nunca. Usted mismo sabrá en que berenjenal meterse y ya se lo dije una vez:

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