Lo que no sabías de los masajes.
Las personas tienen como mito que los masajes son una técnica sexual avanzada; sin embargo éstos son una forma de arte curativo.
Lo profundo y maravilloso del masaje está en que es una forma sencilla de comunicarnos sin palabras. Este comportamiento no es del todo extraño, puesto que a menudo, por ejemplo, abrazando o con un simple apretón de manos les hacemos saber a los demás que simpatizamos o sufrimos con ellos. El individuo que lo recibe disfruta de una experiencia física y mental muy compleja de describir. El masaje es algo esencialmente simple. Las manos tienen el poder de transmitir esta sensación a otros.
¿Cómo provocar este placer en otras personas?
La única manera perfecta y eficaz de dar un masaje es con aceites. Las manos, sin presionar, deben deslizarse por la piel. El aceite mineral y el vegetal son los más recomendados por la lubricación que proporcionan. Yo recomiendo los aceites vegetales, pues además de ser más económicos son más fácil de conseguir, como el de oliva. No es aconsejable usar aceite de bebé o crema para la piel porque la epidermis lo absorbe tan rápido que hay que untarlo muchas veces.
Hay personas que para aplicar el masaje utilizan polvos. No está mal usarlos pero no tienen mejor efecto que los aceites ya que no reducen la fricción entre las manos y la piel con la misma eficacia. Si lo va a usar sepa que se aplica del mismo modo que el aceite.
La manera más cómoda de aplicar un masaje es en una mesa:
Reducirá algunos movimientos incómodos como doblar la espalda. O sea, si el masaje que va a aplicar es largo tiene menos probabilidades de cansarse.
Además le permite cambiar de lugar con facilidad respecto a la persona que está recibiendo el masaje.
La altura de la mesa es muy importante porque si es demasiado alta no podrá ejercer la fuerza necesaria en sus movimientos, y si es demasiado baja tendrá que inclinarse demasiado.
Debemos considerar también la consistencia ya que debe ser lo suficientemente resistente para aguantar el peso del individuo.
Si no cuenta con una mesa puede aplicarlo en el suelo. No se recomienda darlo en camas ya que estás son demasiado blandas y le resultaría incómodo a la hora de hacer presión en algunas zonas pues lo único que lograría es hundirlo en el colchón.
Un ambiente confortable y una buena preparación pueden influir mucho en la aplicación del masaje. Para ser un lugar apropiado debe tener soledad y silencio. Cualquier ruido puede resultar perturbador para la persona.
Debes asegurarte también de que haya buena temperatura. Nada pues estropear más un buen masaje que el frío. Esto se debe a que el uso de aceite hace que se enfríe el cuerpo. La habitación debe tener una temperatura de 21 grados.
Cerciórese con anticipación de que el aceite esté mezclado, aromatizado y convenientemente envasado, que tenga más que suficiente para un masaje y que esté tibio.
Cuide de que la luz no recaiga sobre el rostro de la persona que recibirá el masaje.
En cuanto a la música ambiental, el problema no es tan sencillo como parecería. Es como tratar de meditar con música: por muy bello que pueda resultar es imposible que la música no invada la atmósfera creada.
Examine sus manos antes de dar un masaje. Debe mantener sus uñas bien cortas. Lávese las manos. Frótelas vigorosamente si están frías.
Tanto el masajista como el que recibe el masaje a menudo sienten sed y resulta de buena idea tener al alcance un envase con agua.
Para el que recibe el masaje se recomienda:
La mejor manera de recibir un masaje es estando desnudo ya que hasta la ropa interior entorpece el proceso y a veces es necesario parar para retirarla.
Despréndase de los anillos, collares, pendientes, anteojos y cualquier cosa que lleve sobre usted.
Una vez instalado cierre los ojos y concéntrese en su respiración
De este momento en adelante solo permítale al masajista la confianza de que se haga cargo de usted
Cuando sea necesario que mueva la cabeza el masajista lo hará por usted. No trate de ayudar ya que puede interrumpir en el flujo relajante del masaje.
Acerca de la aplicación del aceite:
Nunca vierta el aceite directamente sobre el cuerpo, esto a algunas personas les resulta desagradable.
Si el aceite está frío frótelo con fuerza en sus manos
Aplíquelo sólo en las partes en las que va trabajar en ese instante. De lo contrario encontrará que la piel ha absorbido la mayor parte de este cuando vaya a utilizarlo.
Evite que la piel quede empapada de aceite. No deberían haber acumulaciones visibles sobre ella.
Si trabaja en una mesa evite dejar el frasco sobre esta ya que tarde o temprano acabará derramándolo
Cómo usar las manos:
De vez en cuando y dependiendo la maniobra aplique cierta presión
Relaje las manos
Amolde sus manos de manera que se adapten al contorno de la zona que va a masajear
Mantenga una velocidad y presión uniforme
Explore y defina la estructura interna del cuerpo que está masajeando
Más que músculo use su propio peso para ejercer la presión
Una vez que haya establecido contacto con el cuerpo de la persona, procure no interrumpirlo hasta que haya terminado completamente el masaje o el ejercicio que está ejerciendo.
Nunca olvide que está aplicando un masaje a una persona y no a una maquinaria.
Espero que con la información que anteriormente te he brindado seas capaz de dar un buen masaje sin ningún tipo de problema o incomodidad de cualquiera de las partes. Disfrútalo con tu pareja o amistades, demuéstrales que estás apto y que eres capaz de proporcionar una experiencia increíble. A por ello. No te detengas. Gracias por leer hasta el final.
Autor: Jennifer Mizrahi Frómeta