Lo que no se ha dicho

Publicado el 20 abril 2017 por Santamambisa1

Por: Ileana González./Post Cuba

Voy a escribir sobre cuestiones hasta ahora ocultas sobre el caso de Karla María Pérez González, la estudiante de 1er año de Periodismo expulsada de la Universidad Central de Villa Clara (UCVC).

Aunque no es grato hacerlo, comparto con ustedes otros elementos que creo serán útiles para aclarar las cosas.

Karla María se relaciona con Somos+, una organización dirigida y financiada desde los Estados Unidos y países europeos aliados desde marzo del 2016, por influencias de su madre Lizet González, la que ya pertenecía a esa organización contrarrevolucionaria. Su padre, en esos momentos, no apoyaba la conducta de su cónyuge. Lizet González, sin ningún escrúpulo, por lucrar más que por cualquier otro interés, puso en contacto a su hija con el mercenario Eliecer Ávila. Propició una relación entre ellos, cuya influencia negativa agravó el deterioro político ideológico de la joven.

Eliecer Ávila, para fortalecer su dominio sobre Karla María, comenzó a facilitarle recursos monetarios a ella y a su familia, lo que fue rápidamente notado por sus condiscípulos, por la mejora de sus niveles de vida y el alquiler de un apartamento por $30 CUC mensuales en Santa Clara.

El mayor interés de este politiquero, en sus relaciones con Pérez González, estaba centrado en su utilización para la penetración de su ignominiosa organización en el ambiente de la Universidad Martha Abreu, para ello le encomendó la tarea de captar estudiantes de este centro de estudios.

Es así que Karla María comienza a invitar a compañeros de clases a centros nocturnos y restaurantes, asumiendo los gastos. Aprovechaba los intercambios para intentar captarlos para Somos+, lo que no logró en ninguno de los casos. El dinero que gastaba provenía de Eliecer Ávila quien a su vez lo recibe de organizaciones extranjeras que promueven el cambio de sistema político en Cuba.

En la medida en que se fortalecían sus relaciones con el contrarrevolucionario, y fracasaban sus pretensiones de reclutar estudiantes para el engendro, se incrementaba la agresividad del lenguaje de la joven contra la Revolución y sus dirigentes. Llegó a tildar de asesino al Che.

Expresó claramente que al graduarse de periodista crearía un medio de prensa o trabajaría en uno que se opusiera totalmente a la Revolución, su paradigma resultó ser el sitio subversivo El Estornudo.

Durante sus prácticas en el periódico “5 de septiembre”, confeccionó artículo nocivo, donde tergiversó la figura de José Martí y su pensamiento. Llamó cobardes a los cubanos de hoy.

Asimismo, trató de sabotear el intercambio que sostuvo el periodista Oliver Zamora Oria con estudiantes de la UCVC, intentando influir en uno de ellos para que realizara preguntas de carácter contrarrevolucionario, en lo cual fracasó. No obstante, realizó comentarios nocivos y tergiversadores de la historia.

Sobre sus publicaciones en plataformas subversivas de Internet, su marcado carácter contrarrevolucionario y sus contenidos manipuladores ya el sitio “El joven cubano”, publicó el artículo, “Argumentos de verdaderos revolucionarios” , donde detalla bastante sobre el tema. No me extenderé sobre el mismo.

Es necesario aclarar que en su proceso de ingreso a la carrera de Periodismo se produjeron violaciones de procedimientos que le propiciaron el acceso a la misma, no presentó los avales de la FEEM y la UJC, lo que fraudulentamente le facilitó el presidente de la Comisión de Ingresos Yadán Cresencia Galañera León, quien además, le ofreció una sobre puntuación, dinero mediante, en su examen de aptitud. Este profesor fue separado de la Universidad por conducta no ética.

Quizás alguien pudiera pensar que se dejó la joven a su suerte, pero no fue así. La FEU y la UJC trataron de salvarla e influir positivamente en ella, pero no pudieron alcanzar su objetivo. Era demasiado el daño causado por un ambiente familiar adverso y una relación de dependencia de una persona inescrupulosa, que la utilizó y la va a seguir utilizando para sus fines politiqueros.

Duele todo esto. Pero es la verdad.


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