Lo que nos dejó la inauguración del Takanakuy

Hermosa mujer chumbivilcana disfrutando del espectáculo.

(Santo Tomás, 25 de diciembre de 2014) La inauguración ha terminado, claramente es solo el inicio, pero estamos frente a uno de los más emocionantes y coloridas festividades que nunca ha tenido el lindo San Toto. Algunos ya lo venían venir, Chumbivilcas está cambiando para bien, la gente lo siente. Los hombres, mujeres y niños están cada vez más orgullosos de sus tradiciones, incluso cada año vemos más turistas, más cámaras y flashes, pero sobre todo más sonrisas y amistad.

Esta semana ha estado deliciosa para todos acá, compadres y comadres han llegado de distintos lugares por fiestas. Desde las clásicas Velillo, Colquemarca y demás, hasta de ciudades más lejanas como Cusco, Arequipa, Lima, etc. También tuvimos la exótica asistencia de un grupo de japoneses, incluso la señorita del grupo se atrevió a participar, sin éxito, de nuestra antigua tradición.

Señorita japonesa, curiosa, con mucho ímpetu pero poco rival para nuestra mujer chumbivilcana. Foto: Yo Chumbivilcas (25/12/14)

Entre chumbivilcanos y durante estos días, se ha respirado la amistad de otra manera, los amigos ahora hablan del Takanakuy como un deporte. Como en las grande ciudades del mundo usted puede ver fútbol o básquetbol en los bares y restaurantes, aquí todo gira alrededor de nuestra festividad de fin de año. Incluso ha rebasado el amplio dominio que los toros y gallos tienen todo el año. Usted puede caminar por el mercado, por los restaurantes alrededor de la plaza y, por supuesto, las tiendas de videos; y darse rápidamente cuenta la fanaticada que genera entre los habitantes de San Toto. Si es diciembre y está por aquí, asómese desde la ventana de su casa o hospedaje y mire hacia el centro de la ciudad, ahí donde haya más gente seguro hay un televisor repitiendo las últimas peleas.

Nuestro amigo Yoel, fiel asistente de la festividad que lleva 3 años participando del Takanakuy. Foto: Yo Chumbivilcas (25/12/14)

No es de sorprenderse que nuestra festividad cada vez se está volviendo más famoso en el Perú y en el mundo. Acá todos los gringos aventureros que vienen, están emocionados, dicen que ya no hay fiestas auténticas debido a la globalización, que en muchos lugares los problemas prefiero obviarse antes de solucionarse. En Chumbivilca aún se puede respirarse humanidad auténtica, eso tan interior y real que todos llevamos dentro y nos motiva a solucionar nuestras diferencias, eso sí con completo control, bajo igualdad de condiciones y con pleno consentimiento. ¡Es que en la tierra brava no hay lugar para la hipocresía!

A continuación le explicamos un par de detalles que tal vez no sabía: 1) El Takanakuy es una forma de auto-administración pública, este tipo de actos se vienen celebrando desde que existen los seres humanos, ahora hay pocos lugares en el mundo en que este tipo de tradiciones siguen en pie. 2) Para nosotros es un deporte, la mayoría lo piensa y muchos se entrenan durante semanas para llegar en óptimas condiciones, con disciplina y constancia. 3) Para hacer públicas injusticias, porque así se deja de lado los secretos y se regula las información vital para nuestros vecinos, como por ejemplo: si alguien es un abusivo o ha cometido algún tipo de robo.

Pero tal vez la mejor forma de describir nuestra festividad es la de resolver conflictos, pero por favor, no piense en enemigos a muerte, muchos amigos lo toman de una manera más natural y heroica, incluso entre hermanos se dan sus toquecitos (sobre todo si les gusta la misma chica).

La festividad del Takanakuy lleva cientos de años realizándose y es motivo de orgullo para muchas familias, es una puesta en escena para los más bravos y valientes de los pueblos chumbivilcanos, algo muy necesario para nuestra sociedad. Todo esto es sumamente importante para nosotros, celebramos con orgullo nuestras tradiciones que nos identifican y defendemos lo nuestro con gallardía y honor las costumbres que tenemos. ¡Viva Chumbivilcas! ¡Viva nuestro patrimonio! ¡Viva la Tierra Brava!