Los yihadistas, mayoritariamente suníes, obedecen los mandatos más sanguinarios del Corán y los hadizes, dichos y hechos de Mahoma que inspiran la cultura musulmana. De la combinación de ambos nace la sharía o ley islámica.
Las dos fuentes contienen numerosas llamadas a la indulgencia y la misericordia, de hecho las 114 shuras o azoras del Corán, menos una, comienzan con la fórmula que recuerda esas cualidades de Alá.
Pero de las 6226 aleyas o versículos del Corán, 109 son violentos y llaman a matar infieles con la yihad.
He aquí solamente cuatro de esos 109 versículos que siguen los yihadistas llenos de fe y odio:
Corán 9:5. Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los asociadores (alusión a cristianos, que asocian a Jesús con Dios) dondequiera que les encontréis. ¡Capturadles! ¡Sitiadles! ¡Tendedles emboscadas por todas partes! Pero si se arrepienten, hacen la azalá y dan el azaque, entonces ¡dejadles en paz! Alá es indulgente, misericordioso.
Corán 5:51-52: ¡Creyentes! No toméis como amigos a los judíos y a los cristianos! Son amigos unos de otros.
Corán 4:89: Querrían que, como ellos, no creyerais, para ser iguales que ellos. No hagáis, pues, amigos entre ellos hasta que hayan emigrado por Alá. Si cambian de propósito, apoderaos de ellos y matadles donde les encontréis. No aceptéis su amistad ni auxilio,
Corán 2:191-193: Matadles (a los infieles) donde deis con ellos y expulsadles de donde os hayan expulsado. Tentar es más grave que matar (…) Así que, si combaten contra vosotros, matadles: ésa es la retribución de los infieles. Pero, si cesan, Alá es indulgente, misericordioso. Combatid contra ellos hasta que dejen de induciros a apostatar y se rinda culto a Alá. Si cesan, no haya más hostilidades que contra los impíos.
NOTA.- Me alegra que esta crónica haya coincidido en el tema y la exposición con la de mi querido Miguel Higueras aparecida hoy en su blog Entre Andorra y Gibraltar con el título de "Musulmanes e infieles". Escribía él su nota cuando lo hacía yo con la mía para que la publicaran, como ocurrió, distintos periódicos.
Recomiendo la lectura reglar de las crónicas de Higueras, sabias reflexiones de un cordobés llamado Séneca, amigo de Demetrio el Cínico, conocido también por Salomón Cabeza Sagaz.
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SALAS