Revista Moda

Lo que ocurre cuando ves Desayuno con diamantes por enésima vez...

Publicado el 14 diciembre 2009 por Rubison
Lo que pasa cuando ves una de las películas con la fémina más elegante del mundo, que quieres ser como ella, vestir como ella, fumar como ella, etc. Y además, tener un idilio con tu vecino de arriba como George Peppard. Yo ya confieso que cuando este tal Peppard era Annibal Smith ya me parecía apuesto, pero es que en esta película lo borda. Sólo le voy a poner un pero, no me gusta nada que no se imponga a Holly. Siempre que veo la película, le digo, porque quien no ha hablado con su TV alguna vez... Yo sí. Vamos Paul no dejes que te tome el pelo, le digo, pero nunca me hace caso. Lo único que no quiero es tener un gato, eso no me da ninguna envidia.
Lo que ocurre cuando ves Desayuno con diamantes por enésima vez...
¿Lo qué más me maravilla? A parte del vestuario y los complementos que lleva, lo que más me fascina es la rapidez con la que se acicala: recogido perfecto, cejas ideales, ropa planchada, etc. ¡¡Ah!! Y la pamela de una de las primeras escenas: negra con la lazada en ocre. Divina.
Lo que ocurre cuando ves Desayuno con diamantes por enésima vez...
Otra cuestión. ¿Por qué lleva una banderilla de toros en la escena con José Luís de Vilallonga? ¿Por qué el apuesto brasileño en la ficción es español? Un guiño a la cultura española...
Lo que ocurre cuando ves Desayuno con diamantes por enésima vez...
Quiero también su sofá, las maletas que tiene en la puerta y quien sabe!! lo mismo hasta pongo un espejito en el buzón para pintarme los labios. No, ¿para que quiero entonces el espejo del ascensor?
Lo que ocurre cuando ves Desayuno con diamantes por enésima vez...
Conclusión: No tendré un idilio con el vecino de arriba, porque vivo en el último piso. aayyyss!

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