Hoy, al filo del cambio de año quiero compartir esto con todos nuestros amigos lectores y dejar un granito más de arena en sus vidas. Tuve la grandiosa experiencia de hacer un ritual de limpieza interna… sí como de la casa, pero más profunda… en donde decidí dejar –junto con el 2013- algunas cosas que cargaba sobre mis hombros… fue algo maravilloso. Sentía la necesidad de comenzar el 2014 con otros retos, otros proyectos, otra perspectiva de la vida… pero para ello debía desprenderme de sentimientos que llevaba conmigo. Dejé atrás… el dolor que sentí ante un cambio abrupto en mi familia, dejé atrás el rencor por personas que en algún momento se cruzaron en mi vida y me hicieron daño, dejé atrás el miedo a vivir y que me impedía abrir la puerta de las oportunidades que tenía casi en mis narices… todo eso quedo atrás… y créame: descalza sobre la arena, con mis pies mojados y viendo esas estrellas de noche… pude desprenderme de esos sentimientos que me ataban.
Cada cosa que te haya pasado en este año, bueno o malo siempre será para edificarte y ser mejor persona. Lo bueno te hace feliz, te hace reír cuando te acuerdas, te hace compartirlo y en general produce que estemos mejor. Pero lo malo, o “lo no tan bueno” definitivamente te invita a reflexionar, a pensar ¿qué paso? ¿Porque? ¿Porque a mí?, ¿y si hubiera sido de esta u otra forma?, y así podemos pensar horas de horas y las respuestas nunca las encontraremos… y seguimos pensando y… ¿si lo hubiera hecho de esta forma o de esta otra?… pues déjeme decirle que siempre hubieran pasado… y tampoco encontraríamos “los porqués”…
En este momento, al filo de entrar el 2014 ya los porqués no importan… las justificaciones no sirven de nada, lo que realmente importa es que tomemos todas esas cosas “no tan buenas” y las dejemos en el libro del 2013; todo lo que no contribuye a que seamos mejores seres humanos, TODOS los recuerdos que nos entristecen, TODO el dolor de la partida de algún ser querido… TODO el miedo a vivir de nuevo, TODO lo que en general te impide caminar libre para conseguir tus propósitos y ser feliz.
Independiente de cuanto hayamos sufrido en este año que casi termina, el propósito para este nuevo año es echar por la borda, tirar al viento, desprenderse, y cualquier otra similitud que usted prefiera… para comenzar de cero y recibir el año 2014 con los brazos abiertos a todas esas cosas nuevas que le esperan en su vida. Estoy segura que usted lo va a poder hacer.
¡Feliz año nuevo!
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