Esta noche estaba indecisa en que publicar en el blog. Estaba ojeando las fotografías que tengo de algunas manualidades que tengo, y como no me sentía inspiraba en escribir y para seros franca, estoy cansada y desganada, empecé navegando sin rumbo por internet.
Mi marido pasa por la puerta del cuarto y me sonríe y le devuelvo la sonrisa. Al rato pasa de nuevo y me dice “¿Qué haces?” a lo que yo le respondo –Aquí que no se muy bien lo que voy a publicar en el blog.
Segundos después lo escucho hablándome desde la cocina con tono de resignación ¿Porque no escribes que tus hijos dejan la cocina hecha un desastre cuando se preparan un vaso de leche?.
Así que voy a contaros las típicas frases que se escuchan en mi casa.
- ¿Quién se ha dejado los zapatos tirados en la puerta de casa? A lo que sabemos perfectamente de quien son ya que los pequeños zapatos de la talla 30 son muy reconocibles.
- ¿Por qué están los libros y estuches encima de la mesa del comedor? Que también reconocemos como propiedad de mi hijo mayor.
- ¿Alguien me puede decir, porque esta el lavabo lleno de restregones de dentífrico? También tiene una obvia explicación, ya que es un dentífrico con un fuerte color rosado de sabor a chicle.
- ¿Dónde esta el mando a distancia de la televisión? El gesto inmediato del pequeño sentado en el sofá delata que esta incubando al mando debajo de sus posaderas.
- ¿A que es debido este desorden en el armario? Simplemente las primeras 10 camisetas que sacaron no eran del gusto de su dueño.
- ¿Quién va a recoger todos los juguetes que hay en el pasillo? Por supuesto…nadie.
- ¿Me podéis decir quien se ha dejado la tapa del inodoro levantada? Aquí es cuando solo se escucha un silencio incomodo…porque podría se cualquiera de los hombres de mi casa.
- ¡Las luuuuuuces! Ejem… creo que fui yo.
Buen fin de semana.
Rebecca