Lo que tú vales

La sensación de invulnerabilidad apoyada en el récord ese que algunos tienen de conservar a todos sus seres queridos vivos y coleando es algo que está llamado a romperse siempre, tanto más dolorosamente cuando menos se espera. Me llamaste a la hora de comer, yo estaba en Alicante próximo a cantar allí una función de zarzuela, en mis asuntos. Pero nuestra conversación pasó por derecho propio a ser para mí el tema del día, de la semana y del mes.«Me tienen que quitar un riñón», dijíste. Qué cosa tan drástica, pensé yo, sin biopsiarlo primero, como en House. Al principio me quedé algo frío, la verdad. Luego me sorprendí haciendo el ejercicio de ponerme en tu lugar y me morí de miedo.Te escribo esta carta, porque me pediste que te dedicara uno de estos textos que tanto parecen gustarte. Y lo hago encantado porque sé qué decirte.

Primero, que estoy muy orgulloso de cómo has enfocado este trance desde el principio. Con serenidad y valentía, demostrando una madurez difícil de ver. Creo que Dios pone a prueba a los más aptos. Me gusta pensar así, que entre todos nosotros has decidido, sin saberlo, ejercer de hermano mayor y ofrecerte para sacrificar, en lugar de cualquier otro, esa glándula de tu cuerpo.Qué sabe uno cómo funciona su organismo y en qué medida le ayuda o le estorba con su comportamiento en términos de salud. Tiramos por la calle de enmedio convencidos de que podemos con todo; comemos mucho más de lo necesario, bebemos, trabajamos a destajo sin descansar lo suficiente…. Igual que en términos emocionales: nos enfurruñamos, nos enrocamos en actitudes hostiles, en silencios interminables, y dejamos de ser afectivos, pacientes, cariñosos, animados por la aparente intrascendencia de esa actitud. Hasta que un día algo revienta ahí dentro.Entiéndeme bien. No soy médico y no quiero decir que esa anomalía renal se deba necesariamente a algo que tú hayas hecho o dejado de hacer, para nada. Sin embargo el cuerpo y la vida nos envían señales. A ti en primera persona y a nosotros a través de ti.Tu salud te ha obligado a hacer un alto en el camino. Va a ser inevitable que hagas balance de tu vida y que te replantees no pocas cosas. Tu alimentación, tu trabajo, el ocio, las relaciones con los demás… que es justo lo que tenemos que hacer todos en algún momento. Por las buenas o por las menos buenas.Sé que vas a aprovechar este trance para pensar, decidir y actuar. ¿Por qué un riñón? Es fácil: Porque tenemos dos y con uno vas a poder vivir casi como si tal cosa. Por que faltándote uno vas a dejar de ser tan “riñón” como eres a veces, que te ciegas y le chillas a todo el mundo, no te enfades conmigo por decírtelo. Y porque tu vida es y va a ser tan valiosa que acabas de pagar por ella un riñón.Comienza ahora el resto de tu vida, hermano mío. Tienes todas las cartas en tu mano para salir triunfador. Todos los que te queremos lo deseamos y lo necesitamos tanto como tú.Te mando un abrazo a través de estas palabras hasta que pueda dártelo muy pronto en persona.

Te quiero, hermano. Y gracias.Escúchalo aquí