Lo que tuve que aprender

Publicado el 13 noviembre 2013 por Alessandra Da Rocha @alessandracdr
Para decirte un poco de mí, hace más de tres años llegué a Canadá con un sueño de vivir una vida plena y feliz. Mi vida se resume prácticamente en el antes y después de llegar aquí. 
Antes mi vida era dominada por el estrés, miedos y confusión. Esas tres cosas hacían de mí una persona infeliz que se molestaba por cualquier tontería. Un día decidí que no quería pasar mi vida de esa manera, que en vez, quería abrirme a nuevas oportunidades y sobretodo quería vivir la vida. Es ahí cuando decidí dejar mi país Venezuela y cuando lo dejé, decidí dejarlo todo. 
Entonces empecé desde cero y cuando digo cero, me refiero a todo, desde lo material hasta lo espiritual. Tuve que hacer eso, porque yo quería renovarme, quería ser feliz y yo sabía que si arrastaba algo de mi pasado, no podría llenarme de nada nuevo. Tuve que aprender a amar de nuevo, porque sí, existen miles de formas de amar, y el hecho de que "amemos" no quiere decir que lo estemos amando de la mejor manera. Aprendí a darle segunda oportunidades a las personas, en especial a mí misma. Aprendí a reirme a carcajadas de las locuras que he hecho y de las que aún hago. Aprendí a luchar por mis sueños y Dios! Todavía tengo una lista enorme por muchos más por cumplir. 
Pero de todo lo que tuve que aprender para poco a poco juntar piezas de quien soy realmente, una de las cosas que mas impacto creó en mi vida es aprender a tener paciencia, para todo. Si con paciencia hablo, escucho, me expreso y con paciencia sigo mis sueños, nada, pero te digo que nada puede salir mal. 
Hoy doy gracias a Dios y a los ángeles, tanto los que estan conmigo espiritualmente, como los que lo están fisicamente, por tenerme paciencia y cuando me equivoqué solo me decían, tranquila, hay mas oportunidades, todo está bien. 
La vida es como la quieras ver. Elige ahora que vida quieres ver y no tengas miedo de tener que empezar desde cero para volver a aprender, siempre digo que si aún estás respirando es porque todavía tienes oportunidades, entonces no las dejes ir.