Reconozco que soy una friki de la planificación y que tengo la absoluta necesidad de no comenzar nada si antes no tengo claro al menos el 50% de lo que quiero conseguir… y, obviamente, de lo que tengo que hacer para conseguirlo.
Es por eso que, como ya adelanté en ¡Lo que viene en 2015!, vuelvo para compartir con vosotros lo que viene en 2015, pero esta vez en relación al tema que está en boga:
Consultores ¿Sí o No?: ¡Esperemos que esta pregunta quede respondida en estas próximas semanas! ;)
Realmente hablar sobre consultores no es el hilo que conduce mi blog. Sin embargo, tras el debate que se creo hace unas semanas con Día 15 -¿Por qué no nos caen bien los Consultores de Comercio Exterior? en relación a la publicación de Nicola Minervini en su blog (léela aquí), nos dimos cuenta de la importante brecha que existe entre los intereses de los consultores y los de la empresa.
Desde mi humilde punto de vista, considero que esta falta de entendimiento no se debe sino al desconocimiento por parte de la empresa del trabajo, las bondades y beneficios de trabajar con un buen consultor/a en el proceso de internacionalización de la empresa.
Por supuesto, numerosos trabajos y esfuerzos se han hecho ya para acercar posiciones por parte de profesionales como Nicola Minervini, entre otros, pero me gustaría poner mi granito de arena en esta lucha por el entendimiento.
Para ello he decidido que lo más conveniente es dividir la problemática en tramos:
Como dijo Jack el Destripador, vamos por partes
1) EL ANTES de la relación
Todas aquellas cuestiones que tanto la empresa como el consultor deben tener claras antes de comenzar la relación:
Identificación y definición del perfil del consultor/a, descripción de servicios ofrecidos por parte del consultor diferenciando entre exportación e internacionalización; consenso en relación a cómo debe ser una presentación adecuada de los servicios del consultor que sea convincente y que consiga romper las reticencias para la empresa. Y, lo más importante, cómo hacer llegar a la empresa el presupuesto ($$$) sin que ésta quiera salir corriendo.
Buscaré contar con el punto de vista de la empresa acerca de cómo recomiendan al consultor ofrecer estos servicios, y, lo más importante, para qué tipos de servicios deben necesariamente contar con la ayuda de un consultor.
2) EL DURANTE la relación
Es decir, todo aquello que concierne la relación diaria entre consultor/a y empresa: entender qué busca la empresa del consultor en su día a día y cómo puede el consultor cumplir con estos deseos. Por ejemplo, cuestiones que determinan una comunicación fluida (como periodicidad de las comunicaciones, medio, etc).
3) EL DESPUÉS de la relación
Planteémonos, termina el servicio acordado pero… ¿acaba la relación? Analizaremos cuáles son las recomendaciones y pautas para conseguir una relación duradera.
Estos tramos serán después divididos en cuestiones, las cuales serán divididas a su vez en nuevas cuestiones que próximamente lanzaré.
Algunas ya han sido respondidas por reputados consultores como Nicola Minervini o Amadeo Farias. :)
Asimismo, haré una resumen/recopilación de todas las aportaciones que amablemente habéis realizado en el debate que inició Nicola Minervini en su blog y que, como sabéis, continué en mi blog a través de la entrada: Día 15 – ¿Por qué no nos caen bien los consultores de exportación?
Y, por supuesto, quedará a vuestra disposición el apartado de comentarios para que hagáis todas vuestras aportaciones… puesto que, sin ánimo de sonar demasiado cursi, sin ellas esto no tendría sentido…
Sólo puedo decir…
¡Próximamente nuevas noticias!
Y, por supuesto, ¡GRACIAS! :)
Archivado en: Consultoría Exportación, Debates, Gestión departamento Export, PYME