Loba negra de Juan Gómez-Jurado

Por Isidro Lopez Arcos @1Sorokin

Pues bien, queridos amigos, lectores entusiastas, lectores decepcionados, lectores aburridos (como vuestro bloguero), heme aquí de nuevo dispuesto a contaros mis anteúltimas lecturas en este larguísimo confinamiento. Es que, para mí, que las fronteras de mi país de acogida estén cerradas, es un confinamiento. Sí, puedo salir a la calle, ir al súper, pasearme bajo la lluvia (que estos días está cayendo con ganas), pero no puedo ir a otros países en los que estoy en mi casa, o como en mi casa.
Para compensar esto, sigo coleccionando interesantes lecturas y confeccionando recetas culinarias (triste vida ¿eh?). He seguido con la saga de Jon Gutiérrez y Antonia Scott de Juan Gómez-Jurado leyendo su último libro, "Loba negra". Os voy a decir la verdad, no soy capaz de mentiros: me ha gustado más que "Reina Roja" o que, incluso, "Cicatriz". Es cierto, que en este libro el inspector no cocina ninguna tortilla, pero hay unos toques de sentido del humor, e incluso un tenue toque de sexo que me han hecho la lectura mucho más agradable, a pesar de los golpes "gore", que no le faltan.
Además, el cuadro, me es bastante familiar: la Costa del Sol y los rusos. En Estepona, por ejemplo, está construyendo una urbanización, nada menos que un tal Potemkin (sí, sí, como el acorazado de Einsenstein):

En una de las playas mejores y más tranquilas. La playa del Cristo:

Ánimo, si os apetece, los apartamentos están (estaban, antes de la Pandemia) en venta. No os digo lo que piden por el más barato porque os puede dar un pataflús.
Ello no quiere decir, por supuesto, que Gospodín Potemkin tenga nada que ver con la mafia rusa, ¡San Lorenzo me libre!, pero que tiene dinero, es evidente.
Pero bueno, al grano, voy al libro de Gómez-Jurado. Jon y Antonia son enviados, de mala gana, a Marbella, a buscar a una tal Lola. Órdenes de arriba. Mientras tanto, a Lola la tirotean en un centro comercial unos sicarios, y a su marido, Yuri Voronin  lo liquidan en su casa de un escopetazo. (Ojo, que esto no son spoilers, esto pasa al principio del libro). Me encanta la descripción que hace el autor de la casa de Yuri Voronin. En cuanto lo leí, me vino a la memoria la casa de Al Pacino, "Scarface", en el film de Brian de Palma. Una cosa así. Por dentro:

Y por fuera:
(nota: las fotos que no firma el aburrido, están extraídas de Internet)

Aparte Jon y Antonia, el personaje que da nombre al libro es "Loba negra" (Chernaya volchitsa, o en cirílico, Чернaя волчица)

La loba es una asesina despiadada, al servicio de la mafia rusa. A mí me recuerda a Villanelle de "Killing Eve" Los que me conocéis ya sabéis que soy un adicto a las series. La foto, por supuesto, es de Internet:




Loba negra, alquila una moto en Madrid y se lanza hacia Andalucía. En el Despeñaperros se para en un aparcamiento que está al borde de la carretera. El aparcamiento es este. Sí, yo también me he parado ahí:

Desde donde la caída tiene un cierto encanto, como puede verse.:

Entra en el bar que está al lado del aparcamiento, donde dice que había una gran bandera con un águila, como la bandera rusa, solo que solo tiene una cabeza y no dos. Estoy seguro, agudos lectores que sabéis de qué bandera se trata y de qué bar estamos hablando, famoso entre cierta gente nostálgica de otros tiempos. Lo que hace con cinco mozos semi borrachos que la acosan, no está descrito en el libro, pero se imagina.
Otro personaje inolvidable es el perro de los Voronin: "Kot", un pastor caucásico:

La foto, por supuesto es de Internet.
Antonia y Jon piden información a Interpol, a todas las policías europeas y a ¡pásmense, el FSB! sobre todos los personajes rusos que aparecen en el libro. Supongo que sabéis, amigotes, que el FSB es el sucesor del KGB. Su sede sigue siendo la misma del KGB, en la plaza Lubyanka, en Moscú. A mí lo que más me impresiona del edificio (que está al lado de la Plaza Roja) es el último piso, sin ventanas. ¿Qué pasaba ahí?).

El edifico del FSB, en la Lubyanka
En fin, Moscú es más que el FSB. A mí siempre me han tratado bien, las gentes han sido amables y no he tenido problemas. No me digáis que no son marciales los guardias a caballo que vigilan la Manyezhnaya, al lado de la plaza roja:

Al lado de la estatua de Zhukov, el vencedor de Berlín em 1945:

La sombra de Zhukov
Bueno, amigos que me he despistado. Este no era el objeto de este artículo, pero no he podido retenerme. Me mencionas Moscú y me entra una cierta nostalgia, aunque me haya pegado buenas costaladas en invierno gracias a la nieve helada.
Y nada más, el libro de Juan Gómez-Jurado me ha gustado mucho, lo cogí una tarde y solo pude interrumpirme para ir a dormir. Pero con el café matutino, ya estaba otra vez dale que te pego hasta que lo terminé. Me he controlado y no os he contado ningún spoiler. Lo leéis y me decías que os parece.
Entre tanto, este sujeto de la foto, os envía un cordial saludo desde la Plaza Roja:

Grandes besazos