La vacuna del papiloma continúa su camino de polémica. Si en un principio los médicos de Colombia pidieron revisar los protocolos de aplicación de esta inmunización, ahora se echan atrás. Y en medio el trabajo de lobby y las relaciones perversas de quienes deciden en la administración y el ámbito científico y sanitario.
Hace unos meses la Academia Nacional de Medicina Colombiana solicitó al Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS) un cambio en los actuales protocolos de aplicación de la vacuna contra el VPH. Las razones para esta solicitud se fundamentaron en la creciente información sobre la asociación entre la aplicación de esta vacuna y el inicio o agravamiento de diversas enfermedades autoinmunes.
Por todas las razones que argumenta en ese enlace, dicho organismo había pedido al ministro de Salud colombiano, Alejandro Gaviria, excluir del programa de vacunación contra el VPH la vacuna para personas con antecedentes familiares o con enfermedades autoinmunes.
El ministro Gaviria no da respuesta a la Academia y en su twitter publica esto: La laureada experta que defiende el uso de la vacuna contra el VPH.
La médica colombiana Nubia Muñóz es conocida por contravenir los argumentos de la Academia Nacional de Salud y de algún modo ha ratifica la posición de ese ministerio. Muñoz es una científica colombiana investigadora del virus del vph como precursor del cáncer de cuello de útero.
No hay que restarle méritos a su trabajo por supuesto pero sí puede ayudar a entender lo que nos ocupa que ha sido consultora de Merck, Sharp and Dohme (MSD), el fabricante de Gardasil, una de las dos marcas de la vacuna.
Como hemos publicado en el post Usan el Nobel de Medicina para hacer marketing de la vacuna del papiloma, según SaneVax, una asociación que trabaja para que las vacunas sean necesarias, eficaces y seguras, Muñoz es miembro del Consejo Asesor Global Merck VPH.
Y se han publicado otras informaciones igual de claras: Los vínculos de la científica defensora de la vacuna del Papiloma con el laboratorio que la produce. Ella ha declarado:
No estoy de acuerdo con la recomendación de la Academia de excluir del programa de vacunación contra el VPH a población con antecedentes familiares de enfermedades autoinmunes”, dice la doctora Muñoz argumentando que no hay “evidencia clara y sólida” de que la vacuna desencadene o agrave tales enfermedades.
No hay manera de conocer si habla ella o sus patronos, que opinan lo mismo.
En vista de todo esto, la abogada Mónica León, que representa a multitud de víctimas de la vacuna del papiloma en Colombia, entregó a la Academia Nacional de Medicina solicitud para que el mandato original sea ratificado “debido a las presiones que se evidenciaban”. Su solicitud fue firmada por unas diez asociaciones internacionales, entre ellas la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma en España (AAVP).
Alejandro Gaviria, ministro de Salud de Colombia.
El 5 de mayo de este año, se emitió una carta firmada por el presidente de la Academia (te anexo copia de la carta) en donde se califica de manifestaciones “Contra vacuna” las protestas por los graves daños que ha podido causar la inmunización en El Carmen de Bolívar, en donde en el verano de 2014 tuvo un episodio dantesco al ser hospitalizadas unas 200 niñas que con el tiempo sumaron más de 700 en todo el país.
Como la polémica vacuna estaba en el centro del debate por esos posibles daños, Gaviria y el Gobierno colombiano salieron en defensa de… los laboratorios fabricantes, sí.
Esa carta de la Academia Nacional de Medicina tiene una posición totalmente diferente a la tomada por el comité designado para la investigación de los daños de la vacuna (hay que decir que este presidente es nuevo y no sabemos qué vínculos puede tener con las farmacéuticas, su nombre Herman José Esguerra Villamizar).
Lo cierto es que las palabras de Esguerra parecen sacadas del algún manual de MSD para comunicación sobre Gardasil. Además, según me cuenta León, casi todo lo que este relacionado con el Instituto Nacional de Cancerología es permeable a los intereses de Merck, Sharp and Dohme. Muchos de sus miembros son patrocinados por la farmacéutica y ese es el trampolín para llegar a MSD.
La presión dentro de la academia -continúa la abogada- no solo la ejerció Nubia Muñóz sino dos médicas más con claros conflictos de interés: Ángela Sternberg y Lina Trujillo. El hermano de la primera fue director de MSD en Colombia. La segunda ha recibido apoyo de la multinacional en las investigaciones que ha realizado y así puede comprobarse en los estudios que ha presentado para el Ministerio“.
Este es el resumen de cómo se está evitando en Colombia que el Ministerio de Salud modifique los protocolos actuales de vacunación contra el papiloma.
La Corte Constitucional de Colombia -entidad judicial encargada de velar por la integridad de la Constitución- ha exigido al Gobierno, a los organismos de vigilancia y control de medicamentos y al Instituto Nacional de Salud, que informen con detalle sobre cuáles podrían ser los efectos secundarios de la vacuna del papiloma en las adolescentes. Dicha Corte, está estudiando el caso.
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