Han pasado aproximadamente 17 años desde que se publicó en España el primer número de Generación X, dibujado casualmente por el mismo artista, Chris Bachalo, que también está al mando de la parte gráfica del primer número de Lobezno y la Patrulla X.
Bachalo ha marcado un estilo en el arte de dibujar cómics, y siempre es algo de agradecer en un mundo donde es muy fácil caer en las copias. Su trazo es inconfundible, en cuanto abres un comic dibujado por él , no te hace falta buscar quien es el artista, tiene su nombre escrito en todas sus páginas.
En los dos cómics que nos ocupan en este artículo, no se podía haber elegido mejor dibujante, para trasladarnos en imágenes lo que nos están contando unos guiones, con un sentido del humor que hace que en cada página la sonrisa sea mayor que en la anterior.
Ambas colecciones tienen una estructura de presentación distinta. Por un lado, en Gen-X, el objetivo de Scott Lobdell era ir acercándonos a los nuevos mutantes, nos quería presentar las características y motivaciones de cada uno, mediante páginas centradas en cada uno de ellos, mientras que el estilo de Jason Aaron, es ir enseñándonos los personajes de la escuela mediante la visita de unos inspectores.
En ambos casos el lector se hace enseguida a la idea de cuál es el papel que juega cada personaje dentro del grupo, dotándolos de este modo de un rasgo diferenciador que te permitirá congeniar y entender mejor las decisiones de cada uno.
De este modo, en Gen-X podemos ver en una espectacular primera página como quedan definidas perfectamente las motivaciones de Paige por ser la alumna aventajada del grupo. Una vez conocemos a una de las hermanas de Sam, nos presentan a quien podría ser su contraposición: Júbilo. Ella ya ha sido una mujer-X, por lo que está más curtida, perfilándose como una alumna más aventajada, y que no dudará en “chinchar” a sus compañeras. Las conversaciones entre Jubilo, Paige y Monet son uno de los puntos fuertes de este comic, donde se van buscando cada una a ver quien salta primero.
Mientras que en Gen-X, la atención está enfocada en los alumnos, a excepción de una breve aparición de la Reina Blanca, donde deja bien claro a Sean quien manda y cómo se van hacer las cosas en la escuela, en la colección de Lobezno y la Patrulla X, el centro de atención es el edificio renovado de la escuela de Xavier, ahora llamado Instituto Jean Grey. El resto de personajes ya son todos conocidos, por lo que será la visita de unos inspectores de escuela, quienes nos los vayan presentando. Para abrir boca tenemos al profesor Xavier disfrutando de ver en la aventura en la que se acaba de embarcar Lobezno, y seguro que estará pensando..”ahora vas a ver lo que me has hecho sufrir a mi mientras dirigía la escuela…mamoooooonnn”. (jejejeje)
La presentación de los alumnos no tiene desperdicio, cómo dejan encerrado a Quire, las motivaciones de Infernal por venir a esta Escuela, etc. Por si fuera poco, aterriza un miembro de la realeza Shi´ar, para terminar de distribuir todos los componentes de una bomba de relojería.
Pero si algo queda patente en las dos series, es que no harían falta villanos para tener entretenidos a estas nuevas generaciones, ellos solitos se sabrían entretener muy bien, sin embargo en las dos series por igual, son en las últimas páginas donde se nos presentan a los villanos. Se han creado villanos específicos para la ocasión; en el primera colección Emplaca no se ha quedado en un villano de un par de números, sino que recientemente se le ha podido ver por las series mutantes del momento. En el caso de Lobezno, el villano creado no ha podido ser mejor, ya que si estamos en la escuela quien podría ser mejor rival que un chaval, y por ahora la cosa promete, para empezar van a tener que ir pensando en un plan “E” (que no de enésima vez…) para remodelar el Instituto.
Ambas series, a pesar del tiempo transcurrido entre la publicación de una y de otra han supuesto para el universo mutante, un soplo de aire fresco y un tono distinto de ver a los mutantes.
Al igual que sucede con las películas, una de las características de un buen comic, es aquel que lo puedes leer en cualquier momento y no parece que haya envejecido, ni que pierda su atractivo, sino al contrario, a pesar de que pasen los años, puedes volver a leerlo y parece que no haya pasado el tiempo, te sigue atrayendo la historia, los personajes mantienen su personalidad, y esta misma sensación que tuve por el año 1995, cuando leí por primera vez a la Generación X, ha sido la misma que me ha dejado la lectura del primer número de la serie de Lobezno al frente del Instituto Jean Grey.
Por este motivo, al igual que ya lo fue para mi en su momento la colección de Generación –X, ahora la serie de Lobezno y la Patrulla- X va a ser la primera que empiece a leerme cada mes dentro del mundo mutante. Si todavía no te has leído este primer número corre a comprar un ejemplar, que ya sabes lo que costará sino conseguirlo cuando hayan pasado 17 años, y nunca se sabe como se puede tomar Lobezno que hayas faltado a clase.