En Siempreenmedio nos gusta hablar de actualidad. Y la jodida actualidad ahora gira en torno a este energúmeno que ha asesinado a un montón de gente (muchos de ellos chavales) porque se cree mejor que los demás (créanme, dudé en poner la foto… grima me da). Este noruego de 32 años le ha destrozado la vida a 76 familias. La policía ha investigado y parece que actúa solo, le han llamado “lobo solitario”.
Han surgido miles de teorías sobre educación, política, cultura y racismo… Pero a eso hay que sumar que este desgraciado no está bien de la azotea. No intento con ello descargar de culpa a un asesino. Pero hay que relativizarlo todo. Está claro que hay que hacer un análisis profundo de la sociedad (toda) para entender por qué ocurren estas cosas. Pero no hay que irse a los extremos. Este tío es un psicópata que ha visto muchas películas (y muchas noticias en la televisión, porque estas cosas ocurren cada día en otros países). Me dirán que no, que hay que profundizar y analizar y diseccionar nuestro entorno para saber qué hemos hecho mal, para llegar al fondo de todo esto porque va más allá de una sola persona. Y acabarán generándome ese complejo de doctor Frankenstein que me embarga cada vez que un personaje de estos saca lo peor de sí mismo… Es posible que mi visión sea inocente. Puede que me equivoque. Pero, ¿y si se trata de un psicópata social, sin más (y sin menos)? Responsabilidad social… tal vez sí haya algo de eso. Culpabilidad… les aseguro que no. Yo no tengo que sentirme culpable, yo no he creado ningún monstruo. A la cárcel con él.