Como muchos ya sabréis, los traductores no nos limitamos a trasladar un texto de una lengua a otra. Esta tarea, cuando se hace bien, es mucho más que eso (de ahí nuestro lema "mucho más que palabras", ¿o qué os creíais?). El proceso de traducir contenidos a otro idioma implica también que está dirigido a otra cultura, y hacer esa adaptación se conoce como localización.
¿En qué consiste exactamente la localización?
Normalmente la localización se hace en páginas web, softwares, aplicaciones, videojuegos y publicidad. Es necesario adaptarse siempre al público al que va destinada la información, y por ello no solo se localizan palabras, sino que también hay que hacerlo con otros elementos como formatos de fechas, sistemas de medidas, imágenes... Con este proceso el resultado será fruto de la lengua meta.
Es importante no dejarse ningún detalle sin revisar para evitar que al público le choque el contenido, y por eso siempre insistimos en confiar las traducciones a empresas profesionales, ya que alguien que simplemente conozca idiomas puede no darle importancia a la localización... y para qué queremos más.
La adaptación cultural, la base de la localización
Ya hemos mencionado algunos aspectos técnicos como formatos de hora o medidas, pero la clave de la localización es la adaptación cultural. No puedes hacer el mismo chiste en España que en Noruega, ni atraerás la atención de la misma manera con una foto en un continente que en otro. Es necesario conocer la cultura y saber qué está de moda allí, qué chistes hacen gracia, qué expresiones son más o menos formales... en conclusión, la traducción literal no siempre vale. La localización se convierte, al fin y al cabo, en un trabajo de investigación ... ¡y eso nos encanta!
Casos prácticos
Pensad en la web de una gran marca a nivel internacional. Al cambiar la lengua los formatos y algunas expresiones, si variamos de un idioma a otro en su propio sitio podremos ver que nunca van a ser iguales. Esto es porque, repetimos, saben adaptar el contenido a las necesidades diferentes de cada país. Por esto, es probable que no encontremos los mismos productos, las mismas imágenes y, por supuesto, el mismo texto. Ese sí que es un buen trabajo de localización, y las grandes empresas lo saben.
Y tras soltaros este cursillo avanzado de localización y traducción, ¡ya estáis tardando en localizar vuestra página web, aplicaciones, publicidad y todo lo que tengáis entre manos! No esperéis ni un minuto más para emprender en esta aventura de conquista nuevos países. ¡Contactadnos!