Año: 2013
Duración: 85 min.
País: Reino Unido
Director: Steven Knight
Guión: Steven Knight
Música: Dickon Hinchliffe
Fotografía: Haris Zambarloukos
Reparto: Tom Hardy, Olivia Colman, Ruth Wilson, Andrew Scott, Ben Daniels, Tom Holland, Bill Milner
Productora: Coproducción Reino Unido-EEUU; IM Global, Shoebox Films
Ivan Locke (Tom Hardy) es un hombre que ha trabajado duro para conseguir su objetivo: llevar una buena vida. Sin embargo, un día, inesperadamente, recibe una llamada que trastoca todo su mundo. Desde ese momento se enfrascará en una peligrosa huida contrarreloj.
Resulta curioso que con una trama tan poco manida, cargada de tópicos dramáticos y en una duración tan ajustada, 80 minutos -descontando los créditos finales-. El guionista de Promesas del Este, Steven Knight, que debutó el año pasado en la dirección con Redención, consigue mantener el suspense desde el primer minuto hasta el último, incluso, cuando conocemos el motivo de dicha 'huida' sigue causando interés al espectador con nuevos problemas.
Con una secuencia de inicio bastante simple pero muy bien rodada, en la que Ivan Locke, interpretado por Tom Hardy (Bane en El Caballero oscuro: La leyenda renace), sale de su jornada de trabajo y monta en su coche para dirigirse a algún sitio con una intención muy concreta, una intención que acarrea graves consecuencias y que se nos van desvelando poco a poco en la medida justa y precisa, de manera muy adecuada a la duración final del conjunto.
Salvando las diferencias argumentales, es inevitable una comparación directa con Buried de Rodrigo Cortés. Ambas películas difieren en algunos puntos, cierto, pero consuman en otros. Desde un punto de vista esquemático son bastante similares, sendos protagonistas se ven encerrados en un reducido espacio y en una situación muy comprometida.
Además, en ambos films, éstos se convierten en el auténtico y único protagonista, el peso interpretativo recae sobre ellos con mucha fuerza, pues son los únicos actores en pantalla, los demás actores se limitan a interactuar e interpretar sólo con su voz a través del teléfono. Un punto en común idéntico.
El protagonista de Buried, Paul Conroy (interpretado por Ryan Reynolds) lo pasaba mucho peor. En contra de su voluntad y, prácticamente, sin más opciones que la de un teléfono móvil, se veía expuesto a una situación única, sobrevivir encerrado en un ataúd.
En cambio, Ivan Locke tiene la opción de elegir qué camino tomar, y mantiene esa opción buena parte del film. Pero su obsesiva perseverancia por solucionar todos y cada uno de sus problemas, lo pone en una situación muy similar, metafóricamente hablando.
Aparte de las diferencias argumentales, a nivel de desarrollo, esta es su mayor diferencia, la libre elección de la que goza Ivan Locke frente a su tocayo, Conroy.
Locke se encierra en su coche por voluntad propia, y los diversos problemas se generan de forma piramidal en base a su propia decisión. Una decisión que afecta sobre otros aspectos cotidianos de su vida. Y con la única 'arma' de que dispone, un teléfono móvil -la misma que en Buried- éste intentará poner solución a los diversos problemas de la misma intensidad problemática y dramática que van surgiendo en cadena durante su trayecto automovilístico. A pesar de sus diferencias, ambos films siguen un patrón muy similar y guardan cierto paralelismo, ya que Locke no está dispuesto a abandonar su misión.
Tom Hardy realiza una sobria pero intensa interpretación que a pesar de los mencionados tópicos, consigue una credibilidad y notoriedad dentro de la historia. A nivel técnico está bastante bien rodada. En post-producción han metido bastante mano en la fusión de planos, y juegan con el desenfoque de luces, ya que la película transcurre de noche. Unos desenfoques que realzan ese toque onírico que tiene el film en algunos momentos y se aprovechan para juntar distintas secuencias, que son transmitidas a nosotros en tiempo muy cercano al real.
Un film pausado y de poca intensidad visual, donde la sobriedad y la calma preceden una situación atronadora para su protagonista. Recomendable para los anuentes del drama.
Puntuación