Viernes, 7 de diciembre, día de San Ambrosio, patrón de Milán. Como todo los años tiene lugar la apetura de la temporada del Teatro de la Scala, y lo hace por todo lo alto, Daniel Barenboim en el podio para dirigir una ópera de Wagner, Lohengrin, y un reparto que reúne a los cantantes del momento, el mediático Jonas Kaufmann como Lohengrin, Anja Harteros como Elsa, René Pape como el rey Heinrich y la pareja de malvados, Ortrud, interpretada por Evelyn Hertlizius y Friedrich por Thómas Thómasson, como Heraldo uno de los Rigolettos del momento, Zeljko Lucic. La producción cuenta con la dirección escénica del alemán Claus Guth, se ambienta en la época de Wagner y parece ser que no contará con la presencia del cisne ¿habrá polémica tras la entrada de un caballero del cisne sin cisne?
La polémica estaba servida mucho antes del día de apertura, gran parte del públcio italiano no ha comprendido el hecho de que se abra la temporada con una ópera de Wagner cuando durante la mista tendrán lugar las celebraciones por el bicentenario del nacimiento de Verdi, aún cuando está previsto que la temporada siguiente, que comenzará en el mismo año del bicentenario, se inauguré con La traviata. Salvando las distancias, que hay muchas, La Scala es a Verdi como Bayreuth es a Wagner, una referencia, y en este sentido pienso que aquellos que protestan tienen parte (pero muy poca) de razón en cuanto parece una provocación, teniendo en cuenta el bicentenario que se avecina. Independientemente de todo esto, Lohengrin es una ópera excepcional y con méritos más que suficientes como para inaugurar cualquier temporada de ópera, sobre todo si dirigie Barenboim. Gran parte de culpa en la elección de esta ópera la debe tener el director argentino, estará cansado de que cada vez que dirige un Verdi tenga que sufrir abucheos por parte del sector más ortodoxo del público milanés, para él, Wagner, es garantía de éxito. Por si fuera poco, la inauguración de la temporada de la Ópera de Roma con Simon Boccanegra bajo la dirección de Riccardo Muti ha contribuido a la polémica; además contó con la asistencia del presidente de la República, Giorgio Napolitano, quien ha anunciado que por problemas de agenda no asistirá al estreno scaligero, esto ha sido el remate y ha dado lugar a todo tipo de especulaciones.
La recaudación de la taquilla del teatro por el día del estreno es sorprendente, más de dos millones de euros, además de las típicas retransmisiones por radio y televisión se ofrecerá en directo en 600 cines repartidos por todo el planeta. Todo un negocio. Una entrada en platea cuesta a partir de 2.000 euros y las entradas sin visibilidad están por encima de los 100, una barbaridad; pero estos precios son sólo para el estreno y, durante los ensayos, las entradas costaban 10 euros para el público joven. No me parece un disparate si se trata de recaudar y hay demanda, lo que me irritaría es que se fueran regalando entradas a los enchufados de turno, los que quieren asistir al estreno para figurar que lo paguen, los aficionados que quieren asistir a la ópera que se esperen a otras funciones y el teatro que gane dinero.
Yo no me lo pienso perder, eso sí, en el cine. El viernes noche o el sábado por la mañana ya os cuento desde el blog.
CIUDADES y CINES QUE EMITIRÁN LOHENGRIN EN ESPAÑA - Viernes, 7 de diciembre, a las 17:00:
KINEPOLIS en Madrid, Granada y Valencia.
Cine Arenas en Barcelona.
Cine Lys en Valencia.
Van Dyck en Salamanca.
Cine Príncipe en San Sebastián.
Ocimax en Palma de Mallorca y en Mahón.
Cines Girona y Alexandra en Barcelona.
Kyton en Palamós.
JCA en Lleida i Valls.
Catalunya en Terrassa.
Guiu en La Seu d’Urgell.
Al Andalus en Bormujos.
Bahía del Mar en Puerto Santa María.
Broadway en Valladolid.
Itaroa en Huarte.
El Majestic en Tàrrega.
Metromar en Sevilla.
Moderno en Logroño.
Urgell en Mollerussa.