Hoy le toca el turno a Lolita Lempicka, a estas alturas ya todo un clásico:
Reconozco de antemano dos cosas, en primer lugar que me encapriché de este perfume por su tarro, que me parece una auténtica preciosidad, y que aunque muchas veces he escuchado decir que es una manzana, en realidad está inspirado en la calabaza mágica que se convertía en carroza en el cuento de Cenicienta. En segundo lugar reconozco que la primera vez que lo olí no me gustó demasiado, y tuve que probarlo unas cuantas veces más para darme cuenta de que en realidad es un aroma que va muchísimo conmigo y que se me adapta muy bien.
Tal y como digo en el título del post es un perfume que no os dejará indiferentes porque no pasa desapercibido precisamente: o bien os encanta y se convierte en uno de vuestros perfumes de cabecera, como es mi caso, o bien lo odiáis porque no soportáis su olor, característico y diferente donde los haya.
Veamos un poco de su historia, Lolita Lempicka es el primer perfume de la marca, que surge en el año 1997, y al que después siguió un extenso catálogo de fragancias, ya que en la actualidad, entre femeninas y masculinas, Lolita Lempicka tiene 44 fragancias catalogadas, aunque algunas fueron ediciones limitadas y ya son difíciles de encontrar.En cuanto a la que hoy nos ocupa, es un perfume gourmand de la familia floral frutal. Su creadora es la perfumista Annick Menardo, creadora de otros perfumes como Hipnotic Poison de Dior y Kokorico de Jean Paul Gaultier por poner algún ejemplo. Aclaremos algún concepto, os he dicho que se trata de un perfume gourmand, y algunas diréis, ¿y eso qué es? pues bien, se llaman perfumes o fragancias gourmand aquellos en los que predominan las notas de algún ingrediente comestible, así se suelen denominar perfumes que sean claramente frutales, o que incluyan cacao, vainilla, canela etc.Las notas iniciales de éste perfume son violeta, hiedra y anís estrellado. Las notas medias son irirs, amarilllis, regaliz, raiz de lirio y cereza, mientras que sus notas de fondo son haba tonka, vainilla, vetiver, almizcle blanco y praliné.A mí personalmente me predominan muchísimo sus notas de regaliz y anís. Le percibo un poco la cereza, que lo puede acercar un poco a perfumes como La Petite Robe Noire, aunque en éste último está de una forma mucho más marcada, e igualmente se percibe un ligero toque avainillado pero muy sutil que consigue restarle algo de fuerza y robustez.Se define como un perfume nocturno, aunque yo reconozco que lo llevo a cualquier hora del día porque me siento muy cómoda con él. Eso sí, es un perfume claramente invernal, cuando va llegando el calor, yo lo cojo, lo guardo para que no esté demasiado expuesto a la luz y no lo rescato hasta que llega el otoño, porque para el verano no me parece una fragancia adecuada.Su versión masculina mantiene las notas de regaliz, aunque es algo más fresco que el perfume femenino, y también me gusta bastante:Yo ya he gastado bastantes tarros de Lolita Lempicka, ya que le empecé a usar allá por el 2000, y aunque en principio era un perfume difícil de encontrar y bastante caro, afortunadamente ahora lo podemos encontrar muy bien de precio, el último lo compré en Fapex, porque el envase grande de 100 ml tiene un precio de 30,70 € y me compensa bastante.
Hasta aquí el post perfumístico de la semana, espero que os haya gustado o por lo menos os haya despertado la curiosidad hacia este perfume ya mítico y diferente.
Un saludo a tod@s!!