Domingo 18 julio 2021
Otro año más organizando las vacaciones a última hora por los cambios diarios que provoca la situación pandémica de la que todos estamos tan cansados. Y dando gracias que somos de los afortunados que hemos podido salir para desconectar de esta pesadilla que no hace más que alargarse.
Este año, tras diferentes valoraciones, hemos tomado la decisión de volver a retomar nuestros viajes por Europa. Ya vacunados y con una prueba de antígenos para Ariadna, con los nervios por un posible positivo con el estallido de la quinta ola entre los jóvenes, nos dirigimos a la Puglia, el tacón de Italia, con parada de dos días en Milán, la ciudad de la moda.
El camping Village Città di Milano, situado a las afueras de la ciudad pero bien comunicado es una buena opción para dormir. El problema es que está muy concurrido por turistas ingleses de esos que desearías que no saliesen nunca jamás de sus fronteras. Maleducados, escandalosos e incívicos. Nota mental: no acampar nunca más cerca de familias inglesas.
Después de descansar de una laaaaarga jornada de viaje que nos ha tomado doce horas de trayecto para hacer los casi mil kilómetros que nos separan de la capital lombarda, hemos aprovechado este soleado domingo para visitar la zona del lago di Como, un largo y estrecho lago glacial que ofrece unas vistas preciosas de los Alpes. Las altas montañas enmarcan bonitas poblaciones que salpican las orillas del lago con lujosas y exclusivas villas que atraen a famosos y ricos visitantes. Algunos tienen su residencia veraniega en esta zona, como el actor George Clooney y su mujer, abogada especializada en DDHH, Amal Ramzi.
Hay varias maneras y rutas para explorar la zona, nosotros hemos elegido la orilla oeste por carretera desde Cernobbio hasta Menaggio, uno de los centros turísticos por excelencia de este lado del lago y desde donde salen ferrys para llegar a Bellaggio, ubicada en el vértice donde se unen los dos ramales del lago.
Mi consejo es que paremos, siempre que las aglomeraciones nos lo permitan, en alguna de las poblaciones no tan turísticas como podría ser Brienno con su infinita maraña de escaleras y callejones que desembocan en un minúsculo a la vez que encantador embarcadero.
Bellaggio, por el contrario, es la población más conocida de la región. Conocida por ser inspiración para el famoso hotel y casino de Las Vegas, es un bonito pueblo con empinadas escales de piedra, coloridos edificios y un buen número de restaurantes y cafés donde hacer un descanso. Para los que busquéis algo más económico y rápido con lo que llenar el estómago, la charcutería Butti (Via Giuseppe Garibaldi, 42) hace buenos bocadillos para llevar con quesos y embutidos italianos.
De vuelta a Menaggio y antes de volver al camping, nos refrescamos con un delicioso helado italiano de La Fabrica del Gelato, en la misma Piazza Garibaldi.
Debido a su ubicación céntrica entre el lago y las montañas, Menaggio es uno de los centros neurálgicos de la zona. Su orgullo es el bonito paseo con vistas a Bellaggio y con algunas zonas que permiten un refrescante baño.
Volvemos al camping para ducharnos y cenar algo. Al anochecer cogemos el coche para hacer una primera y rápida aproximación al centro de Milán. La majestuosa fachada del Duomo luce blanca e iluminada en la animada plaza. Justo al lado las galerías Vittorio Emanuele II se convierten de noche en un centro de cenas y copas para un distinguido público.
Los miles de mosquitos que inundan la ciudad hacen imposible que la velada sea tranquila y apacible. Nota metal II: no olvidar el repelente para visitar Milán, es totalmente imprescindible.
Lunes 19 julio 2021
Milán es la capital de la moda de Italia, cosmopolita y estilosa. A primera vista extravagante y sin mucho que ofrecer al turista humilde, porque solo hay que pasear por su cuadrilátero de oro para darse cuenta que en esta ciudad las apariencias ostentosas son algo más que un estilo de vida. Los mejores diseñadores y diseñadoras de ropa tienen en este barrio sus exclusivas tiendas y, aunque, algún outlet se ha colado y ha cogido su rincón, los precios siguen siendo desorbitados en algunas prendas de ropa y complementos.
La lista de lugares de interés turístico no es muy larga, así que, si obviamos museos y pinacotecas (interesantes para los amantes del arte), podemos decir que Milán se visita en un día.
El castello Sforzesco es un palacio renacentista mandado construir por Francesco Sforza, gobernante de la ciudad, y diseñado por Da Vinci. Hoy alberga diferentes museos y exposiciones, aunque el acceso a sus patios es gratuito así como el acceso a los jardines adyacentes.
El teatro neoclásico de opera conocido como La Scala, abrió en 1778 y es uno de los más prestigiosos del mundo. En su escenario han actuado los mejores cantantes de este género musical.
La Galeria Vittorio Emanuelle II son unas galerías comerciales mundialmente conocidas. Fue diseñada por el arquitecto Giuseppe Mengoni en 1865 que falleció en un accidente laboral al caer de un andamio antes de su inauguración en 1877. Con su planta en forma de cruz latina y su techo de cristal y metal coronado con una grandiosa bóveda central, hoy día alberga restaurantes y exclusivas boutiques al alcance de muy pocos.
Y justo delante de la puerta principal de las galerías se alza, imponente, el Duomo, una de las mayores iglesias góticas del mundo. Su construcción comenzó en el siglo XV pero no se completó hasta 500 años más tarde. Lo más sorprendente es su tejado con 135 agujas e innumerables gárgolas. La fachada incorpora toda una variedad de estilos que van desde el gótico hasta el neoclásico y su interior preciosas vidrieras y numerosas tumbas y estatuas comparten protagonismo con objetos de oro y plata que se hallan bajo el altar mayor.
Al igual que en la moda, Milán está llena de restaurantes y cafés que desbordan glamour pero non ti preoccupare si tú bolsillo no se puede permitir ciertos precios. Hay pizzerías, foccacierías y similares donde degustar excelentes bocados sin necesidad de tener que embargarte. Un clásico de la ciudad es el horno de panzerottis Luini donde sirven desde 1949 una especie de empanadas típicas de Puglia con una receta secreta celosamente guardada por la familia de Giuseppina Luini. Justo enfrente podemos rematar la comida con un helado como postre en la espectacular Cioccolatitaliani con una gran variedad de sabores, a cuál mejor, y donde han hecho del chocolate todo un arte.
Y qué hay más italiano que el café espresso, ¿verdad? Por ese motivo Starbucks inauguró en 2018 el Starbucks Reserve Roastery, para rendir homenaje al regalo que según Howard Schultz (presidente emérito de la cadena de cafeterías) había hecho Milán al mundo: el espresso y el sentido de comunidad que se vivía en las cafeterías de la ciudad. Ubicado en el histórico edificio Palazzo Delle Poste de principios de siglo en Piazza Cordusio, este Starbucks es la culminación de décadas de ensueño donde cada detalle fue diseñado para honrar a Milán como capital del arte cafetero.