Mi madre lo hacía en ocasiones especiales y muchas veces en Navidad. Ella preparaba cantidad para que durara todo el tiempo de las fiestas. Tomado como fiambre, era un bocado exquisito a cualquier hora, y en la cena o almuerzo con salsa mucho más.
Tengo un recuerdo gracioso que os cuento para que sonriáis. Había estado mi madre quitando los hilos (me refiero a los hilos de atar) de los lomos y los iba echando al cubo de la basura, entre ir y venir entró en la cocina el perro y en un santiamén "se sorbió" literalmente los hilos. No dio tiempo a nada más. Mi madre puso el grito en el cielo: "Ahora se le liarán las tripas y se morirá". Yo miraba con compasión al perro viéndolo ya cadáver y él me miraba a mí relamiéndose de gusto. Mi madre decidió llamar al pediatra que nos veía, con el que teníamos gran amistad, dado que éramos muchos niños en casa y cuando uno no estaba enfermo, estaba otro y a veces todos a la vez. El médico aconsejó a mi madre que vigilara al perro, por que lo normal era que "siguiera su curso natural". Al día siguiente el perro llevaba un hilo colgando y así estuvo varios días hasta que lo echó entero. No obstante mi madre nos gritaba: "No le tiréis" "No le tiréis..." y a nosotros nos daban unas ganas de ayudarlo a expulsar el hilo... jajaja ¡Pobre perro!
Vamos a la receta, que me distraigo.
Ingredientes:
-Cinta de lomo.- Jamón serrano en tiras.- Pechuga de pollo en tiras.- Ajo picado.- Perejil picado.- Ajos ½ cabeza (para el caldo).- Cebolla ½.- Caldo de carne 2 pastillas.- Harina 1 cda. sopera.- Vino de Jerez 1 copa.- Aceite de oliva.- Laurel 2 hojas.- Pimienta en grano.- Sal.Elaboración:
No os he dado cantidades porque irán a vuestro gusto, o hasta las que el lomo admita.
Terminado de mechar, bridamos con hilo de cocina. Sazonamos ligeramente.
Ponemos a dorar en aceite por todos lados y retiramos la grasa. Cubrimos con agua y aderezamos con laurel, pimienta negra molida, la ½ cabeza de ajos, la media cebolla y las dos pastillas de caldo. Si quedan trozos de jamón o pechuga que nos han sobrado los echamos al caldo. Yo lo he puesto a cocer en la olla exprés convencional.
Esperamos al momento de girar la válvula y tenemos treinta minutos cociendo.
Sacamos del caldo a un plato para que se seque. Le quitamos los hilos.
Parte del caldo lo pondremos en un cacito a reducir cuando hayamos triturado la cebolla y un par de ajos en él (de los que han hervido con la carne).
Tostamos 1 cucharada sopera de harina y diluimos poco a poco para evitar grumos con la salsa reducida. Debe quedar con consistencia media, buscad el punto exacto. Añadimos el jerez y cocemos un par de minutos más.
Cortamos la carne en rodajas.
Servimos con su salsa y las tiras que sobraron de jamón y pollo en daditos. No tiréis el resto del caldo que os ha sobrado, haced con él un rico consomé al que también le pondremos un toque de jerez.