Todo comenzó cuando Heidler lanzó y la máquina marcó la misma distancia que la lanzadora anterior, por lo que desde ya debería haber señalado un error. Pero se complicó aún más cuando la siguiente tiradora hizo su participación y se le asignó a Betty esa marca.
Al final de la competencia la alemana obtuvo el bronce y las mediciones se realizaron a mano, pero el mal momento tuvo que vivirlo con los nervios y ansiedad que un Juego ocasiona en los atletas.