El hombre de 38 años se la pasó bebiendo en una fiesta de bienvenida en Weymouth, en el centro inglés de Dorset, donde se celebran las competiciones de vela para los Juegos Olímpicos de Londres.
Al finalizar la fiesta, Lee continúo tomando con otros entrenadores previo a regresar a su apartamento a medianoche. Más tarde, la policía londinense le realizó un control de alcoholemia y determinó que Lee había sobrepasado la marca permitida casi al doble. Recibió una multa de 250 libras y no podrá manejar durante 18 meses. Horas más tarde, la delegación olímpica de Corea del Sur en Londres convocó a una reunión de emergencia con el comité de disciplina de los Juegos y decidieron expulsarlo de los Juegos Olímpicos.