¿Se puede escribir un libro sobre desapariciones durante una dictadura y que parezca un libro rojo de "El Barco de Vapor"? Bueno, quizás lo de esta editorial sea una exageración, pero creo que nadie duda del toque naif que Elorriaga imprime a la mayoría de sus textos.
A mí nunca me disgustó, de hecho es lo más atractivo que encontré siempre en sus textos. Esa capacidad de amar a los personajes, de tener la necesidad de buscarles para darles un abrazo.
El caso es que puede que "Londres es de cartón" no llegue a saciar. Es una historia muy tierna y bonita, con dos tramas que llegan a cruzarse cuando parece que todo es un sinsentido, con unos cuantos personajes sobre un tejado y dos ingleses muy ingleses intentando desvelar misterios (debo reconocer que la imagen de uno de ellos con su paraguas en mitad de la calle rescató mis esperanzas), pero hay algo en ella que a mí, personalmente, hizo que no me entregase a ella.
Es una preciosa narración, no lo dudo ni un instante, simplemente me queda la sensación de que me faltó el postre.