Primero una vista desde el London Bridge, puente situado enfrente y al lado de The Monument, gran columna construida para recordar el incendio de la ciudad de Londres.
Desde allí, caminando unos 10 minutos llegamos a la Torre de Londres donde se encuentran las joyas de la corona. A mi me hubiera gustado mucho entrar pero es que había una cola....
Tuvimos la suerte que justo cuando estábamos en esa zona se abrió el puente para que pasara un barco.
Parece increible que se abra y se cierre en tan poco tiempo y sobretodo pasar luego caminando por él.
Queríamos ir a Camden Town Market pero resultó que la línea que nos llevaba directamente estaba cortada al igual que otras posibles combinaciones... ¡¡Ginkanaaaa para llegar!!
El mercado con más personalidad de Londres: tribus urbanas, todo tipo de música, punks, crestas, tatuajes, comida china y thailandesa en la calle, llamativas fachadas y olor a curry, esclusas, cazadoras de cuero y mucha, mucha personalidad. Las fotos hablan por si solas...
Y como no sólo de cupcakes vive el hombre...
Cogimos unos autobuses que pusieron como alternativa a las líneas de metro cerradas y luego otra vez el metro hasta llegar a South Kesington. Esta vez si a tiempo de entrar en el Museo de Historia Natural.
Al entrar en el edificio, me pareció impresionante. El esqueleto de dinosaurio que presidía el hall, las escaleras, la altura de los techos...
La ventaja es que en Londres la mayoría de los museos importantes son gratuitos (British Museum, National Gallery, Natural History, Tate Modern, Science Museum...) así que no hay excusa aunque sólo sea entrar, dar una vuelta y ver sólo lo que nos interese.
SMILE PLEASE!!!
Sé que lo estabáis esperando... ¿Pensábáis que se me había olvidado? Noooooooo. Pero lo reservaba para el final, para llevarme un buen sabor de boca antes de coger el avión de regreso a Madrid.
Estamos en el centro de Londres, en uno de los barrios más lujosos y exclusivos: Belgravia. Y allí en el 116 de Ebury Street se encuentra PEGGY PORSCHEN.
Visita obligada si te gustan los cupcakes, no dejes de visitarla. Inconfundible su fachada pintada de rosa, ya deja adivinar lo que vas a encontrar dentro.
Sin lugar a dudas, la mejor buttercream que he probado en mi vida. ¡¡¡¡Espectacular!!!!
El lemon & raspberry cupcake que me tomé no podía estar más esponjoso, jugoso, suave y delicioso.
Jajajajaja, es que me parto. ¡¡¡Que concentración por Dios!!! Parezco el jurado de algún concurso...
Y ya me voy despidiendo. Os he resumido nuestro viaje de 5 días. Al día siguiente regresábamos a Madrid y hasta la hora de ir al aeropuerto dimos una vuelta por Oxford Street y Picadilly.
Espero que os haya gustado tanto como a mi volver a Londres para enseñárselo a mis hijas.
Bye, bye London!!
Ana