Antiguo mapa de Escandinavia
"Solo las cosas que se aprenden sin estudiar no se olvidan"Anónimo En un principio pensaba escribir este relato en nombre de los tres moteros que hemos participado en esta última aventura. Pero luego he cambiado de opinión, al ir avanzando en el texto. La razón es doble: por un lado no sería justo que yo me alzara en “portavoz” del grupo, y por otro lado me gustaría dar exclusivamente mi opinión personal, teniendo la libertad necesaria para decir lo que me de la gana, como suele ser lo habitual. Así pues, debe quedar claro que el relato que viene a continuación es solo la opinión personal de Caballo Loco, y que mis compañeros quedan exonerados de cualquier responsabilidad sobre algunas de las tonterías que vais a leer aquí. También me gustaría señalar, que este relato quizás atraiga unicamente la atención de los amantes de los viajes en moto, ya que es exactamente esto lo que ha sido: un gran viaje en moto. Hay varias formas de llevar a cabo esto, y esta es una de ellas. Nuestro objetivo inicial ha sido siempre diseñar y estudiar a fondo una ruta para rodar en moto por algunos de los parajes más impresionantes de la Tierra, dejando en un segundo plano el formato de viaje turístico tradicional.Las grandes distancias, la orografía del terreno y la imprevisible climatología hacen muy difícil añadir a nuestras etapas diarias la visita turística a grandes ciudades. Eso requiere dormir al menos una noche allí y la utilización de algún hotel céntrico por razones logísticas. Este tipo de visitas turísticas es mucho más fácil si el desplazamiento es directo en avión, alcanzando la ciudad de destino a la mayor brevedad posible.Por eso entiendo que viajar de esta forma no sea un plato de gusto para todos. El tipo de moto aquí es lo de menos. Lo más importante es conocer sus reacciones, capacidades y limitaciones. Pero aún encima de todo esto, esta el conocer las propias limitaciones de uno mismo. Es fundamental tener cierta experiencia en largas distancias y en el pilotaje de tu moto en condiciones meteorológicas poco favorables (viento, lluvia, niebla, etc).
Cuando se empieza por desplegar los mapas y marcar en ellos los sitios por donde quieres pasar con tu moto, siempre se acaba hilvanando un interminable rosario de carreteras, pueblos y maravillas de la naturaleza. Ya son unos cuantos viajes, y en mi experiencia, siempre suele ocurrir lo mismo. Como por arte de magia, surgen bastantes etapas largas y duras, que sobre el papel parecen retos realmente difíciles de alcanzar.¿POR QUÉ EL CABO NORTE?Desde hace tiempo, veníamos dándole vueltas a esas dos palabras: Cabo Norte. Para los aficionados a los viajes en moto, Nordkapp es sinónimo de “viaje iniciático”, es la fórmula “sensata” de los que sueñan con la utópica idea de poder dar la vuelta al mundo en moto. Es un viaje en moto que duerme en los sueños de la gran mayoría de moteros de todo el mundo. Un reto, que solo algunos tienen la suerte de poder llevar a cabo una vez en la vida. Este viaje supone cruzar de Sur a Norte FINLANDIA y de Norte a Sur NORUEGA, saliendo del punto geográfico más al Sur de Europa (TARIFA), para atravesar ESPAÑA, FRANCIA, DINAMARCA, SUECIA , FINLANDIA Y NORUEGA.. Son aproximadamente 12.000 kms, con algún trayecto corto en ferry en el camino y un recorrido en tren desde FRANCIA a ALEMANIA. El objetivo es alcanzar NORDKAPP, al Norte de Noruega, el punto más lejano al Norte de Europa. Más allá comienza el Océano Ártico y el Polo Norte.En 1553, tres barcos ingleses fletados por Sir Hugh Willoughby partieron de Londres con destino a China. Pretendían una ruta por el Norte que no llegó a abrirse nunca: dos de los barcos naufragaron en una tormenta apenas sobrepasado el Circulo Polar, y el tercero, el "Edward Bonaventura", al mando del capitán Richard Chancellor, acabó recalando en lo que hoy es HORN BAY, al este de un gran peñón en la isla noruega de MAGEROYA. Los pocos lapones que vivían en la isla llamaban al enorme farallón KNYSKANES, pero Chancellor lo bautizó con el nombre de CABO NORTE. Creía haber descubierto el dedo del Mundo, y lo cierto es que ni siquiera era el punto más al norte de la isla Mageroya.Pero el nombre tuvo éxito: durante años y años, los marinos aprendieron a identificar aquel enorme peñasco helado que apuntaba al norte con el nombre que hoy sigue teniendo, y la leyenda de la última tierra habitada de Europa se extendió como la pólvora, atrayendo a viajeros y aventureros de todo el continente. Sus dibujos llegaron hasta las últimas cortes perdidas de Europa, y Cabo Norte se convirtió en el reto de ilustres visitantes que realizaron costosas expediciones a través de la ruta de Horn Bay. Estrechándose a medida que se va acercando al Polo Norte, el territorio de Noruega va mostrando su cara más abrupta pero también la más exótica y fascinante.El Cabo Norte (NORDKAPP) es el lugar más septentrional del continente europeo y de Noruega, un extremo de la tierra continua, un punto desde el que mirar la extensión ártica, una manera de poner los pies en los límites imaginarios de la vieja Europa.Pero Cabo Norte es algo más que un punto geográfico marcado en el mapa; es el centro de la vida de una comunidad lapona que mantiene su cultura, y que también merece la pena descubrir. Es una extensión de territorio noruego de casi 1.000 kms cuadrados, la mitad de los cuales se encuentran en la ISLA DE MAGEROYA, en la que viven alrededor de 4.000 personas y cuya capital es HONNINGSVAG, que no supera las 3.000 personas. En realidad, Cabo Norte es una piedra de granito de color marrón oscuro de unos 307 mts de altura, que cae en picado sobre las aguas del Océano Polar Ártico, antesala del Polo Norte y sus hielos. Allí no hay vida aparente, no crece ni un árbol, ni siquiera un matorral. De hecho, los últimos kms de carretera hasta NORDKAPP discurren por una tierra inhóspita y de paisaje salvaje, con una flora que solo se da en SIBERIA y en las Islas SVALVARD.
LA INSPIRACIÓN
“Iba a ser el viaje que se hace una vez en la vida, un viaje con el que millones de personas sueñan y que nunca hacen, y yo quería estar a la altura de todos esos sueños”.
“ ¡ Para que preocuparse entonces por las estrellas ¡. Era suficiente con saber que estaban allí arriba y que yo estaba dirigido por ellas. Pensaba de mi mismo que era el hombre más vivo y afortunado de la tierra por tener todas esas montañas al alcance de mi mano. En ese momento no había nadie en el mundo por el que me hubiera cambiado”.
“Las situaciones extremas siempre parecen absurdas, hasta que suceden”.“He ido abriéndome camino poco a poco en la vida sin ir en contra de mis principios. Sin todo este arduo esfuerzo quizá, podría haber llegado más lejos, más rápido y más fácil. La vida nunca te deja en paz del todo. Estoy sumido en un letargo de placer. Incluso si el viaje terminara mañana mismo, habría valido la pena. Pero un presentimiento se lleva por delante todas las dudas y por una vez me permito a mi mismo saber que el viaje no acabará mañana y que habrá más veces en las que yo sienta la misma alegría”.Estas frases son un extracto de un libro mágico, que toda persona cuya pasión por las motos, los viajes y la amistad, debería leer. Se llama LOS VIAJES DE JÚPITER. Lo escribió una leyenda motera a nivel mundial: TED SIMON. Un verdadero ejemplo, de que verdaderamente se puede pisar el umbral de la felicidad cuando uno empieza a sentirse satisfecho con apenas nada. Dio la vuelta al mundo en una Triumph de 500 cc desde 1973 hasta 1977, recorriendo más de 120.000 kms en solitario y por supuesto sin asistencia. Muchos años después, ya con 70 años, volvió a realizar el mismo viaje, tardando esta segunda vez, casi tres años.Esto es solo un pequeño homenaje a un pequeño gran hombre, cuyas aventuras me han hecho viajar con los ojos cerrados muchas veces, enseñándome como dice Séneca, que la temeridad se esconde bajo el nombre de valor. Y sobre todo es una cura de humildad, cuando uno piensa en la próxima aventura en la que nos embarcaremos pronto.
Pero nosotros no nos llamamos Ted, ni somos ingleses. Somos españoles, nuestros amigos nos llaman Caballo Loco, Mueblebar y Gravilla; tenemos una magnífica moto, con algún bollo y unos cuantos arañazos. Tanto las motos como nosotros estamos bien equipados, no sin dedicarle mucho esfuerzo y tiempo. Y estamos listos para partir en un largo viaje de más de 12.000 kms por las carreteras más septentrionales de Europa. Y cuando lo pienso, me siento muy afortunado. Pero en realidad, todo esto se queda en una bonita locura sin más. Lo verdaderamente importante, la esencia de todo esto, es que el destino final es la travesía compartida con mis compañeros de viaje. Ellos son los verdaderos “culpables” de que este viaje haya sido un verdadero sueño hecho realidad. Todo comenzó en una estrellada noche en mitad de la Cordillera de Los Alpes Italianos. Todavía no habíamos salido de allí, y ya hablábamos de nuestra próxima aventura con la ilusión de unos niños charlando sobre viajes imposibles.
Pero la tenacidad y la ilusión de mis amigos y caballeros moteros de nuestra querida MUGRE CELTIBÉRICA han hecho que lo que entonces fué un sueño en voz alta, se convirtiera en una realidad. De ellos he aprendido muchas cosas, pero quizás la que más me llena de orgullo y satisfacción sea lo que se siente precisamente al bajar de la moto. Esas anécdotas compartidas, esa complicidad, la capacidad de superar muchos obstáculos crecido en la certeza de que tus amigos están contigo y que pase o que pase, siempre actuarán como un sólido bloque que no sabe lo que son cosas, tales como el afán de protagonismo o el egoísmo. Atrás quedan esas memorables reuniones, las decenas de llamadas de teléfono, los nervios, los continuos cambios de etapas, los cariñosos correos y las bromas que han hecho que todos seamos partícipes y creadores de nuestra propia aventura. Su entusiasmo es algo contagioso y digno de admiración. Cuando tengo el placer de rodar con ellos, las crisis se transforman en oportunidades y las debilidades en ventajas, de forma tan natural que nunca dejarán de sorprenderme. Con ellos junto a mi rueda hay razones para soñar. La adaptación al escenario, peculiar en este caso, y la capacidad para sobreponerse a los momentos críticos hacen que este sea un grupo realmente especial. Si no lo hubiéramos conseguido, estoy absolutamente convencido que nunca hubiéramos olvidado el sueño que nos cargó de razon“Todos somos capaces de soñar despiertos, pero solo algunos hacen realidad sus sueños”AnónimoEL EQUIPAJE: EL EXTRAÑO FENÓMENO DEL ARMARIO DE KENT"Una tirada de dados jamás abolirá el azar"MallarméCuando se empieza por desplegar los mapas y marcar en ellos los sitios por donde quieres pasar con tu moto, siempre se acaba hilvanando un interminable rosario de carreteras, pueblos y maravillas de la naturaleza. Ya son unos cuantos viajes, y en mi experiencia, siempre suele ocurrir lo mismo. Como por arte de magia, surgen bastantes etapas largas y duras, que sobre el papel parecen retos realmente difíciles de alcanzar.
En un viaje de esta envergadura, hay que pulir muy bien las etapas y sus detalles (tipo de carreteras, kilometraje, paradas “obligatorias”, paso por grandes ciudades, etc) ya que un error de cálculo que haga inviable una etapa, puede poner en serio peligro el resto de etapas que van a continuación, dando lugar al terrible efecto dominó.
Uno de los aspectos más interesantes de viajar en moto largas distancias, es que exige cierto grado de conocimiento sobre la zona a visitar. No solo cuentan los detalles sobre zonas de especial interés geográfico, histórico o paisajístico, sino que hay que añadir que tipo de carreteras hay en ese trayecto, ajustar los tiempos para conducir con luz si es posible, la condiciones habituales de la meteorología en esa época del año, frecuencia de gasolineras, posibles días de mayor tráfico, etc.Otro apartado que diferencia el singular hecho de viajar en moto con respecto a otro tipo de viajes, es la equipación y el espacio disponible. A veces, representa un verdadero reto logístico decidir lo que es imprescindible y donde colocas eso que has decidido llevar. Lo curioso es que la disposición y distribución de la carga va evolucionado con el paso de los días en ruta. Esto es parecido a la cocina de autor. Todos los días haces algún cambio, a veces a mejor, y en algunas ocasiones a bastante peor. Lo que ayer te cabía perfectamente, hoy no entra ni de broma. Lo que hace unos dos días estaba perfectamente doblado y empaquetado, ahora rueda por las maletas de la moto envuelto en una masa informe de cosas sucias, mojadas y malolientes. A veces te da la paranoia e incluso llegas a pensar si algún compañero te ha “colocado” algo que le correspondería llevar a él, para que le hagas de porteador durante un par de días. De todo esto se aprende bastante. Una de las cosas más importante es que el aforismo MENOS ES MÁS, es un objetivo a cumplir en este tipo de viajes con muchos kilómetros por delante. Es importante dejar algún hueco para imprevistos, regalos etc. Así como llevar algún pulpo o cincha en la recámara, para poder hacer frente al “efecto mudanza” que se da en este tipo de viajes.Los despistados como yo, hacemos una lista bien estructurada para no olvidar nada. Incluso se cae en la atrevida pretensión de hacer otra lista de cosas según en la maleta en la vamos a empaquetarlas. Y lo peor de todo es que al final empaquetas hasta la lista. Para los que son aún un grado más esquizoide que yo, queda un último recurso: fotocopiar y pegar en la parte interior de la tapa de cada maleta, la lista correspondiente a cada baúl.Hasta aquí es todo bastante parecido a organizar cualquier tipo de equipaje de más de dos semanas de duración. Pero eso es solo el principio. Hay que tener en cuenta cosas muy importantes, como el peso y el volumen de las cosas que vas a transportar. Y aún más importante es la distribución del peso para que la carga sea lo más equilibrada posible (siempre lo más pesado se coloca debajo y lo más pegado posible a la moto). Y si los tíos nos liamos con cualquier receta que tenga más de 4 ingredientes, os podéis imaginar el dantesco espectáculo la noche antes de partir, con todos los chirimbolos tirados por el suelo siguiendo el célebre principio del “caos ordenado”, y sin llegar nunca a tener del todo claro como va a entrar todo eso en tu moto. Es más, no es la primera vez que uso el viejo recurso de llamar a última hora a algún compañero de ruta para comunicarle que he decidido no llevar esto o lo otro, porque considero que no me va a hacer falta allí donde vamos. Mentira cochina; es que no me cabe. Pero claro, un auténtico motero no puede admitir jamás que no le caben las cosas, ya que se supone que somos esencialmente “espartanos” y llevamos unicamente lo esencial. El problema es que la palabra “esencial” tiene en el mundo motero un significado bastante elástico.Si tenemos en cuenta que en este viaje hemos rodado bajo un sol de justicia, con lluvia intensa y persistente, con un viento furibundo ocasionalmente con un frío glacial, y todo eso a veces en un periodo de 24h, a ver quien es el guapo que acierta con la equipación ideal. Sales a las 05:00h con un frío que pela y terminas el día a 32 grados. Con esas premisas ni Kent (el novio de Barbie) puede tener todos los atuendos listos para ser utilizados en cada momento. Con esas premisas hay que llevar lo que se puede para el frío, calor y la lluvia, sin olvidar nunca la postalita de Fray Leoopoldo de Alpandeire, para que ninguna de estas tres cosas sean extremas.Para los no iniciados en el antiguo arte de viajar en moto, os diré que el traje de moto perfecto no existe. El que es buenísimo para rodar a cero grados, es una pesadilla cuando se circula por nuestra querida piel de toro a 38 grados.Una de las conclusiones que se sacan en este tipo de viajes, es que EL TAMAÑO SI IMPORTA. Esta enlaza con la premisa anteriormente citada: MENOS ES MÁS. Algunos llevan camisetas viejas que van tirando según van cogiendo cuerpo, olor y forma. Eso les permite ir dejando espacio para alguna compra o imprevistos. Otros optamos por minimizar el número de prendas y recurrir a lo que llamamos el “lavaillo a mano” y el “secado express”. El lavaillo ya sabéis que es estrujar y estrujar sin fin unos calzoncillos en el lavabo de un hostal o incluso el del una gasolinera, usando un pequeño tarro de woolite o algo similar. El secado Express ya requiere cierto aprendizaje, ya que sino se convierte en secado de 3 ó 4 días, poniendo en jaque la capacidad de aguante con un mismo calzoncillo una vez puesto. Consiste en apalear la prenda recién lavada como si fuera un pulpo y utilizar después una toalla superabsorbentes de viaje (la típica de Decathlon) para hacer una especie de creppe enrollando la toalla con la prenda mojada en su interior, para que absorba toda la humedad. Es necesario repetir el proceso por lo menos dos veces para obtener resultados realmente buenos. El secreto es colocar la toalla en el suelo, poner la ropa mojada bien estirada encima e ir enrollando poco a poco y apretando con fuerza para que el creppe quede lo más compacto posible. Por último queda el difícil arte de improvisar un tendedero. Hay dos tipos distintos de tendedero: El “Estático”, el cual se hace con la clásica cuerda de la ropa atada a un árbol, a dos alcayatas, a dos motos, etc. El tendedero “dinámico” se utiliza cuando tienes que salir de nuevo con tu moto para la siguiente etapa y la ropa aún está mojada. Esto es muy fácil. Unicamente hay que ir colocando la colada entre los pulpos que sujetan el equipaje para que se vaya secando durante las primeras horas de la ruta (eso casi nunca sucede, porque ese día suele llover por la mañana, como si algún ser superior quisiera que fueras mostrando tus calzoncillos colgando durante los próximos tres días). Fruto de mi afición por el recato y la discreción, he perfeccionado ese método, llevando una o dos bolsas de malla (de esas que usan los buzos para llevar las pesca en el agua). Meto la ropa dentro de forma que quede lo más suelta posible, enganchando cada bolsa en algún sitio de la moto donde vaya a dar bien el aire. En cada parada le voy dando la vuelta y por la tarde ya puedo presumir de calzoncillos limpios. Esa técnica me ha enseñado que los tíos siempre ponemos mucho más jabón del necesario al lavar a mano la ropa. En cuanto llueve, se ven salir las pompas de jabón de la red, lo cual indica que se inicia el segundo lavado de dichas prendas. Pero os aseguro que mi técnica de las bolsas de red funciona como la mejor de las secadoras Miele que tengáis en casa. Así es posible llevar 3 o 4 calzoncillos para un viaje de 18 días. Raro es el viaje en el que tengo que recurrir al asqueroso truco de usar los calzoncillos en el “modo vuelta y vuelta”.Todos estos pequeños problemas logísticos que existen al viajar en moto hacen que a veces, al final de una larga etapa, sea fácil observar a tu compañero de ruta realiza un rápido y a la vez furtivo gesto para comprobar con su olfato de una forma muy disimulada si al quitarse una prenda, esta podría ser “reciclada” para el día siguiente. Insisto, este fenómeno paranormal ocurre, aunque por supuesto todos los participantes de la etapa lo negarán con rotundidad.A veces, se recurre al truco de llevar algunas bolsas para sacos de dormir para ir agrupando y separando la ropa sucia de la limpia. Pero claro, tras algunos días de travesía, las bolsas se multiplican y de pronto uno se encuentra con bolsas bautizadas con nombres como: “Bolsa limpia”, “bolsa menos limpia quizás aún aprovechable”, bolsa solo utilizable en caso de emergencia” y “bolsa con altos índices de radioactividad”.MARTES 14 (HACIA LA PARILLA DE SALIDA)
Hoy por fin, hemos salido de Málaga en dirección a Tarifa. Gravilla trae la bolsa sobre depósito sin correas de amarre. Un pequeño detalle sin importancia (primer “problema técnico” en el km 0), todo un record. Un par de pulpos y comenzamos nuestra aventura. Recogemos en el camino a Marbella, a nuestro querido amigo Patillas, que decide escoltarnos en la salida desde Tarifa.
Curiosamente, después de los lógicos nervios de última hora por algunas cosillas insignificantes pero “esenciales”, se da paso a una absoluta calma, mezclada con el ruido del motor de la moto y la sensación de libertad absoluta que da el viento en la cara y la certeza de tener por delante una apasionante historia de 12.000 kms inolvidables.
Pequeño paseo hasta Tarifa, nuestro primer objetivo. Al llegar, nos preguntamos por que puñetas hemos tenido que bajar hasta el punto geográfico más al sur de Europa…. ¿Y por qué no? Es la compleja y sesuda respuesta. Y esa va a ser la misma absurda respuesta a muchas de las preguntas que surjan en el camino.
Aparcamos nuestros contentos huesos en un sencillo pero cómodo hostal a la salida de Tarifa, no sin antes haber parado en la entrada de la zona militar para la foto oficial de la salida de nuestra expedición, contando con la experta colaboración de Patillas, el cual terminó con unas cuantas cámaras colgando de su cuello. Precioso lugar donde se ve África y Europa a la vez. Mágnífica puesta de sol y pequeño homenaje culinario a base de ortigillas, croquetas caseras de choco, atún fresco y un número de cervezas que no acertamos a precisar.
Nuestra querida Silvia se acercó expresamente a última hora desde Málaga para despedir a su Gravilla, lo cual nos hizo mucha ilusión a todos (especialmente a Gravilla…) y acabamos dándole una buena paliza a las reservas de vino que trasportamos en botas de cuero. Pensaréis que este detalle de equipamiento da un aspecto muy cañí a nuestra diminuta caravana, pero en realidad debéis saber, que es la forma más práctica que existe para trasportar alcohol en una moto, amén de lo bueno que está ese chorillo de vino para celebrar un final de etapa.
Nos quedamos dormidos pensando que ya estábamos en el punto de salida…
Nos vamos de paseo por Escandinavia.
MIÉRCOLES 15 (TARIFA – ALREDEDORES DE BARCELONA)
Madrugón y con la fresquita del tirón hacia Barcelona. Nos despedimos de Patillas que nos deja a la altura de Marbella y seguimos nuestro periplo recorriendo la larga y aburrida A7, con unos 30-35 grados de media en la mayoría del recorrido hasta alcanzar Cataluña. Allí el aire sopla algo más fresco, factor que junto con las frecuentes “duchas” con agua de las botellas que iban quedando recalentadas, nos hacen muy cómodo el trayecto final. En nuestra opinión, es fundamental comer muy poco en estas grandes tiradas, pero hacerlo con frecuencia, manteniendo un nivel de hidratación óptimos. En realidad es la sabia teoría de los “muchos pocos”. Lo primordial es procurar que ninguno de los miembros del equipo coja una “pájara”, bajón serio, que especialmente en la moto tiene a veces consecuencias terribles.
Aún así, decidimos no terminar la etapa en Barcelona, para evitar atravesar el casco urbano al día siguiente. Llegamos a Comarruga, pasado Cambrils. Hospedaje totalmente improvisado (GPS….. dedito….. lugares de interés….dedito….alojamiento…. dedito siguiendo la polémiica ley del libre albedrío” mientras rodábamos los últimos kms)
Después de un duro día de trabajo, nos merecemos una buena ducha y un discreto homenaje a base de mejillones, esqueixada, etc.
Campamento con toda la equipación en la terraza del hotel. No vamos a decir quien es el ingenuo que deja los calzoncillos y los calcetines colgados a la intemperie con la humedad que hace. Pequeña reunión técnica antes de irnos a la cama para concretar un par de cosas sobre la ruta del día siguiente. Eclipse mental.
JUEVES 16 (COMARRUGA – NARBONNE)
Desayuno frugal a las 07:00. Trayecto sin pena ni gloria por la ronda de Barcelona. Nos llevamos un pequeño cabreo cuando encontramos muchos kilómetros en obras en la autopista. Tramos de un solo carril y 80 kms. Pero claro, siguen cobrando lo mismo…
Que gozada poder rodar a 130 km/h en Francia. Eso es mucho más lógico y razonable.
Al llegar a Narbonne, pasamos unos momentos de despiste ya que el GPS se quedó agilipollao (se que es ciclotímico, pero le tengo cariño). Pero de nuevo, la camaradería motera se muestra en todo su esplendor. Aparecen unos moteros suecos que van a coger el mismo tren que nosotros y nos pegamos al grupo. La mayoría son jubilados que vienen de hacer la ruta Atlántica.
La estación de Narbonne nos resulta un poco decepcionante. Reina el caos informativo. La típica doña Croqueta que se niega a explicarnos como se canjea el billete de Internet, y otra Doña Croqueta que nos hace esperar 45 min. En una cola, para decirnos al final: “¿Pero que hacen aquí?”. Nuestro instinto asesino se mitiga al darnos cuenta que ya tendríamos que haber cargado las motos en el vagón de vehículos. Esa maniobra es lo más “arriesgado” de todo el viaje hasta la fecha. Gravilla sube primero, y empezamos a oir gritos desesperados en un idioma teutónico. Otro motero sale corriendo a avisarnos que Gravilla está a punto de ser decapitado por el techo del vagón. Nos echamos unas risas pensando que hubiéramos podido hacer con la cabeza de Gravilla en el suelo. Hay que tirarse literalmente sobre el depósito de la moto e ir avanzando despacio hasta el fondo del vagón hasta que te pare el operario en el punto exacto de anclaje de la moto. Decidimos por mayoría absoluta, que nos merecíamos una cerveza fresquita y nos fuimos a comer cerca de la estación. Al pagar, otro lío con la visa. Nos cargan la cuenta dos veces. Ya empezamos a cogerle manía a esta preciosa ciudad ¡!!.
El tren que hace el trayecto Narbonne-Hamburgo hace 30 años que es el mismo. Salimos con media hora de retraso (16:00h), después de esperar unas 3 horas entre embarque de moto y nuestro embarque. Hace mucho calor y en el tren más aún. Gravilla comparte compartimento con un danés al cual le tiene que taponar la nariz por un hemorragia nasal, nada más entrar. Mueble y Caballo comparten un compartimento de 2 por 2 metros con otros 3 pasajeros (una pareja de jubilados noruegos) y un alemán, aún más jubilado. Todos bien apretaditos. Parece el vagón de los hermanos Marx. Además nosotros llevamos parte del equipo y ropa de moto puesta. Nos cambiamos en el pasillo del vagón y nos pegamos un “homenaje” merienda a base de fiambre y queso. Hay que aprovechar las escasas y cortas paradas, para salir y estirar las piernas y fumar un cigarrito. Sobre las 22:00h empezamos a abrir las literas y nos entra la risa floja. Por supuesto, con la media de edad que reina en el camarote, nos toca subir a las alturas. A Caballo Loco le falta dos cuartas de cama y utiliza maniobras aprendidas de su época de faquir para acoplarse. Mueble decide vengarse de su vecina noruega y comienza un auténtico concierto de ronquidos espeluznantes. Pero la Noruega se hace la Sueca y ni mú.
El trayecto dura unas 20 horas, y esto no es precisamente el Orient Express. Aquí la mayoría de los pasajeros se cogen unas trompas de órdago para mitigar el aburrimiento y como somnífero natural.
Nos traen una cajita de cartón con el desayuno y un café olvidable.
Seguiré actualizando este relato en los próximos dias....
ALGUNAS FOTOS DE NUESTRO VIAJEMUY PRONTO MÁS....MIS COMPAÑEROS DE RUTA AÚN NO LAS HAN VISTO, TAL Y COMO LAS PRESENTAMOS AQUÍ. ESTE PEQUEÑO ALBÚM ESTÁ DEDICADO A ELLOS, POR TODO LO QUE HEMOS COMPARTIDO Y DISFRUTADO EN ESTE IMPRESIONANTE VIAJE. ESPERO QUE A ELLOS LES GUSTE Y LES TRAIGA BUENOS RECUERDOS. EN LOS PRÓXIMOS DÍAS IRÉ COLGANDO ALGUNAS MÁS Y LAS IRÉ COMENTANDO. ESPERO QUE OS GUSTEN A VOSOTROS TAMBIÉN.CABALLO LOCO
En este viaje, utilicé dos cámaras: la Panasonic DMC-GF2 con objetivo Olympus 14-150 mm (muy versátil y compacta, lo cual es ideal en trayectos largos en moto) y una Canon EOS 40D con 3 objetivos Canon. Uno fijo de 50 mm, y los otros de 55-220 y 18-55 mm respectivamente. Trípode Gorilapod. Toque final con Aperture.
Los 3 Vikingos en el punto de salida oficial: TARIFA. Detrás de nosotros, África !!!
Tuvimos el privilegio de ser escoltados en nuestra salida por nuestro mítico compañero de rueda "El Patillas". Todavía recuerdo el atracón de Ortigillas y croquetas de Choquo que tanto echaríamos de menos unos días después....
Típico Tippi de piel de reno Nórdico en Rovannievi. Quizás lo más interesante que hay que ver en Santa Claus Post Office, en las instalaciones que señalan el Círculo Polar Ártico
Imagen de la preciosa carretera costera que bordea los fiordos, en Noruega
Atardecer con el cielo empezando a despejar..... que alivio !!!!
Una de las miles de islas de la costa noruega, antes de llegar a los grandes fiordos
Atardecer fotografiado desde el otro lado de la carretera
Un momento de descanso a orillas de un fiordo. Por fin deja de llover un rato. Darle al botón de disparo retardado de la cámara y correr como un poseso por encima de las algas para llegar a tiempo a la foto es todo un reto. Uno de los momentos más peligrosos de todo el viaje ja,ja,ja
Ni una construcción más alta que estas, en toda la costa de Noruega. Esto si que es saber de impacto medioambiental...
Imagen de nuestra carretera, tomada en una parada para ver los secaderos de bacalao
Puerto pesquero en Moskenes, las increíbles Islas Lofoten
Islas Lofoten, mientras esperábamos el Ferry
Uno de los glaciares en nuestro camino hacia MO I RANA. La imagen no es de buena calidad, ya que se disparó a las 04:30h en pleno "Sol de Medianoche". Momento mágico. Agotados, pero impresionados por tanta belleza. Y aún no sabíamos que al rato tendríamos que parar a dormir con la tienda de campaña cerca la orilla de un fiordo y con el ataque incesante de milllones de mosquitos que se nos metían hasta en la boca ja,ja,ja
Isla Lofoten
Riachuelo justo a los pies de nuestra cabaña en el camping VINJE, en el FIORDO DE GEIRANGER, uno de los sitios más bonitos de Europa.
Vista desde la cabaña del Camping VINJE, en el GEIRANGER. Los abetos llegan hasta el mismo borde del precipicio
Nuestra cabaña en GEIRANGER. El sofá de madera en el jardín mirando al fiordo. Ni un hotel de 5 estrellas GL !!!!!
Carretera de Las Águilas. 06:30h. Hora punta....
Esto es lo que nos encontramos cada vez que paramos a "cambiar el agua al canario"
Una de mis favoritas. Esta carretera es algo inolvidable. Rodábamos mientras el sol luchaba con las nubes. Aunque nuestra ruta en el GPS siempre nos dirigía directos al cielo más negro ja,ja,ja
Atardecer en Las Islas Lofoten
Típica cosntrucción de madera para secar bacalao. Así llevan cientos de años y funciona !!!
Una típica "jábega" nórdica
Es imposible no quedarse abrumado ante la increiblemente salvaje costa de las Lofoten.
Sol de Medianoche desde el pequeño ferry para salir de las Lofoten. Otro momento mágico...
Sin palabras.... Solo se que volveré.
Espejo mágico....
El maravilloso Fiordo de Geiranger, Noruega
Mi querido amigo "Mueblebar" al coronar Cabo Norte. Su cara lo dice todo. En su mano, los diplomas que su hijo, el aprendiz de motero "Minibar", nos regaló para celebrar nuestro soñado objetivo
Mi otro compañero de "fatigas" y fiel amigo, el legendario "Gravilla", apodado en este viaje como "Gravenssen". Como véis, el día ideal para coronar la cima ja,ja,ja
Tanto esfuerzo para llegar allí, y solo nos quedamos media hora. Sin duda mereció la pena !!!
Estas son las maravillosas vistas que nos encontramos al llegar a Cabo Norte. Os puedo asegurar que el viento tiraba las motos aparcadas y cargadas hasta los topes. Estuvimos más de 10 minutos estudiando donde aparcarlas para que no salieran volando ja,ja,ja
Malísima foto, preciosa imagen....Más allá.......El Polo Norte !!!!!
"Gravenssen" celebrando triunfalmente su titánica lucha por subir hasta allí en esas condiciones tan adversas.
Feliz.... como un niño pequeño
El mítico "Mueblebar" tomando el sol en la "Bola del Mundo". Nos costó un tiempo asimilar que habíamos llegado hasta allí. Y eso es solo la mitad del camino a casa....
Los tres Mosqueteros, en su viaje de bajada por Noruega
El incansable "Gravenssen" y su nueva y flamante "Roja". Problemas con la sujección de su bolsa sobredepósito desde km 0. Se tiró casi 10.000 km con la bolsa enganchada con dos pulpos. Un campeón !!!
La "Bestia Blanca" y su orgulloso piloto, el incombustible "Mueblebar. Con el culo aplastao, pero feliz como un chiquillo con su piruleta
Con mi fiel "Cafetera". Algo más que una máquina increíble. En las largas tiradas, termino hablando con ella. A pesar de romperse el cardán de la transmisión por una reparación deficiente antes de salir, jamás se bloqueó la rueda trasera. Justo antes de que hubiera ocurrido, me avisó llorando aceite de transmisión por el eje trasero. GRACIAS por llevarme siempre de vuelta a casa sano y salvo
El sueño de muchos moteros...
Dedicada a "Gravenssen", genuino Caballero Motero y amigo incondicional
La "bestia Roja". Moto taller y biblioteca de mapas. Moto hospital de campaña
La "Bestia Blanca". Moto cocina y despensa. Moto camping. Moto café calentito
Dedicada a "Mueblebar", excelente piloto y noble amigo
La "Cafetera" como a ella le gusta, hasta los topes. Moto taller y chapuzas de emergencia, moto camping, moto guía y nave nodriza del grupo
¿Te gusta conducir?
Pos no te queda ná, hermano !!!!!
Rico bacalao
Descansando al sol
Paradita para celebrar que ya se ha "despejado"
Las Lofoten
Otro sueño cumplido...
Foto tomada con flash en mitad del sol de medianoche
Nuestra humilde morada en el fiordo Geiranger
Todo un espectáculo al borde de la carretera
Una de las carreteras más espectaculares en las que hemos tenido el privilegio de rodar con nuestras motos
Colorido cartel que señala la llegada al Círculo Polar Ártico
Mágicas letras....
Mágicos números...
Lo conseguimos !!!!!!
Euforia
Euforia
Euforia
Estos tíos son unos cracks !!!
La Bella Donna
Puentes de infarto
Techo de Bacalao
La moto de un peculiar compañero motero suizo
Una de las fotos más moteras. Final de etapa en una cabaña en mitad de ningna parte, en Noruega. Los compañeros ya duermen. Silencio absoluto, roto unicamente por algún ronquido de Troll en la cabaña. Sol de media noche, lloviendo. Pero "Caballo Loco" aún no ha terminado su trabajo. A punto de preparar y ultimar los detalles de la siguiente etapa. Uno de mis momentos preferidos del día.
Caballo Loco en plena paranoia de mapas y GPS
Una de las fotos más entrañables del viaje. Después de una agotadora etapa de carretera de montaña, con lluvia persistente. Nuestro queridísimo "Mueblebar" caminando de regreso de la ducha de monedas y llevando su clásico atuendo motero de chanclas con calcetines.
Nuestro "Hitter" en nuestro camino hacia Oslo
Nuestra mascota en este viaje. El cariñoso y apestoso TROLL
RUTÓMETRO VIAJE LONG WAY UP 15 JUNIO-1 JULIO
"Desconfía del hombre que desdeña los detalles"W. Feather
MIÉRCOLES 15 JUNIO: TARIFA-BARCELONA
MARTES 21: KAAMANEN-CABO NORTE-SKAIDI
MIÉRCOLES 22: SKAIDI-BJERRKVIK
JUEVES 23: BJERKVIK-ISLAS LOFOTEN-SORVAGEN
VIERNES 24: SORVAGEN-MO I RANA
SÁBADO 25: MO I RANA-TRONDHEIM
DOMINGO 26: TRONDHEIM-ALESUND
MIÉRCOLES 29: HILDESHEIM-NARBONNE
JUEVES 30-VIERNES 1: NARBONNE-MÁLAGA