La clave es, básicamente, utilizar tonos en la línea de los que veíamos ayer pero suavemente degradados, y sin ascenderlos demasiado por la cuenca para mantener el aire discreto. El resto del rostro va muy natural también, que ayuda a que la sensación general no sea demasiado llamativa pese al uso del naranja.
Por lo tanto, para comenzar, utilicé un tono muy claro y luminoso en el lagrimal y primer tercio del párpado móvil. Es la sombra Eden de SMUH que veíamos ayer, que si bien no es naranja ni ocre, combina genial con ambos y por eso decidí incluirla.
Tomando el protagonismo y como tono principal tenemos un pigmento: es el Copper de Moon Minerals, que está trabajado a toquecitos para intensificar su bonito color. De modo previo, para delimitar la zona y facilitar el trabajo con el pigmento, había marcado la banana con un lápiz marrón y lo había difuminado.
Finalmente, sobre ese marrón del pliegue ya trabajado, apliqué un marrón mate de mi paleta de Douglas: aunque sea mate, al difuminarlo con el pigmento ha quedado un acabado ligeramente luminoso, ¿verdad? Finalmente, usé como siempre una sombra vainilla para trabajar el resto del párpado (fijo) hasta la ceja.
A ras de pestañas inferiores tenemos el lápiz Teddy de Essence, que combina muy bien con estos tonos porque aunque es marrón chocolate, vira a rojizo también. Finalmente, delineamos la waterline y a ras de pestañas superiores, y aplicamos máscara.
Como os decía al principio, el resto del maquillaje va en tonos naturales pero coordinados con la gama de los naranja: como colorete llevo mi amado Rose D'or de Milani, como iluminador el 02 de Kiko que es un doradito muy cálido, y finalmente en los labios llevo solo un gloss con brillitos dorados también, de la línea Vinyl de Rimmel.
Resumen de algunos de los potingues usados....
¿Qué les ha parecido? A mi me parece una forma de llevar tonos cobres sutil y elegante.
BESOS!!